Los representantes del Consorci Sanitari de Terrassa (CST), el ente que gestiona el Hospital de Terrassa, varios CAP, además de centros sociosanitarios y de salud mental de la ciudad, ya han emprendido las negociaciones con el Departament de Salut para elaborar un plan de reajuste económico. La Generalitat pretende de esta manera paliar el déficit del Consorci, que en 2015 ascendió a cinco millones de euros y que desde su fundación en 1988 presenta unas pérdidas acumuladas de más de 35 millones.
Según Xavier Lleonart, presidente del comité de empresa del Consorci Sanitari de Terrassa, las previsiones para 2016 no son demasiado alentadoras y las cifras negativas podrían incluso superar a las del año 2015. Ante esta situación, el CST y el CatSalut estarían negociando un recorte que, según las primeras cifras comunicadas a los representantes de los trabajadores, rondaría los 3,5 millones de euros. El plan de equilibrio económico puede estar listo durante este mes, y sería a finales de abril cuando la dirección del Consorci Sanitari presentaría el resultado final de las negociaciones con la Generalitat a los trabajadores del Hospital de Terrassa y de los centros que se vieran afectados por el plan de viabilidad.
De hecho ya hace semanas que la dirección del CST ha expuesto al comité de empresa la necesidad de desarrollar el citado plan. A nivel de las condiciones laborales de los empleados, el cambio implicaría -dice Lleonart- reorganizar los horarios de los profesionales para contener gastos, ya sea incrementando las jornadas o bien trabajando por turnos. También podrían no cubrirse las plazas de empleados que optaran por dejar su puesto de trabajo de una forma voluntaria.
Control
Aparte del recorte de unos 3,5 millones que incidiría en la gestión diaria del Hospital, la Generalitat se plantea -cuenta Lleonart- pagar más al CST por ciertos servicios que el ente sanitario presta. De ahí saldrían 2,3 millones, que se sumarían a un aporte extra de 3,2 millones que la administración haría para tratar de cuadrar las deterioradas cuentas del Consorci. No obstante, todas estas cifras son provisionales, hasta el cierre de la negociación entre el CST y el CatSalut. Los responsables del Consorci prefieren por ahora no hacer declaraciones sobre la cuestión.
El objetivo sería evitar, en última instancia, la intervención del CST, es decir, que la entidad no tuviera una autonomía financiera propia, sino que estuviera controlada por el Departament d’Economia de la Generalitat. Una opción, ésta, que no disgusta al comité de empresa. “Llegados a este punto, y como ha habido una mala gestión, no nos importaría que la intervención se produjese”, apunta Lleonart.