Los policías municipales que llegaron a las inmediaciones del bar, tras el aviso de un testigo, oyeron ruidos que procedían del local, junto al Parc de Vallparadís. Apoyados por otros agentes que esperaban afuera, entraron, y hallaron a dos ladrones, a dos encapuchados, escondidos. Los detuvieron como presuntos autores de un delito de robo con fuerza. Esa vez, la del viernes pasado, no era la primera que los dos tipos acababan esposados.
Eran las 3.36 de la madrugada del viernes. Un testigo llamó a la policía porque había observado a dos individuos merodeando por la calle de Joan Artigues, y para allá marcharon dos dotaciones de la Policía Municipal.
Los agentes inspeccionaron la zona, el paseo del Vint-i-dos de Juliol, a poca distancia de la entrada en el Parc de Vallparadís. Cuando se acercaron a un bar, oyeron ruidos que venían de su interior. El bar estaba abierto. Le habían cortado la persiana de lado a lado.
Otra unidad acordonó el perímetro del establecimiento. Unos guardias se introdujeron en el local. Lo escudriñaron y no tardaron en descubrir la presencia de dos intrusos que se habían ocultado al ver a policías allí dentro. Llevaban pasamontañas y guantes. Una máquina tragaperras había sido reventada; la otra estaba manipulada.
Antecedentes
Los dos ladrones fueron detenidos por un delito de robo con fuerza. La Policía Municipal aprehendió 579 euros recién sacados de la tragaperras violentada, para devolvérselos a los responsables del bar una vez interpuesta la denuncia.
Los agentes confiscaron también una cizalla y unos útiles usados para hacer palanca. Los arrestados tienen un historial delictivo abultado, pero se desconoce si fueron ellos mismos, u otros sujetos, los que unos días antes, el 18 de marzo, forzaron el mismo establecimiento y robaron la recaudación de las máquinas recreativas y unos tres mil euros más.