El grupo municipal de Esquerra Republicana defiende que si el busto del Rey Felipe VI ha de volver al salón de plenos, una buena idea es que regrese acompañado de un cartel que explicite que el Ayuntamiento de Terrassa votó en febrero de 2016, por mayoría absoluta, eliminar los símbolos borbónicos de las dependencias municipales. Así lo indicó ayer el portavoz de ERC, Isaac Albert, en una rueda de prensa organizada en el Consistorio que sirvió para posicionar a Esquerra ante algunos de los debates que habrá en el plenario de mañana.
"Poner un cartel bajo el busto es una buena solución. Representa una forma de mantener la legitimidad de las dos instituciones", afirmó Albert, en referencia a la decisión adoptada por el Consistorio y al requerimiento que la Delegación del Gobierno en Catalunya envió recientemente al alcalde Ballart instándole a que restituyera la estatua de inmediato.
En la junta de portavoces celebrada el jueves pasado, el gobierno municipal ya anunció al resto de grupos que, ante la notificación recibida, tenía la intención de restituir la efigie. Entonces llegó la sugerencia de Esquerra de colocar un texto justificativo cerca de la talla, una propuesta que, en palabras de Albert, "el gobierno local asumió".
Pero el tema del busto no fue el único sobre el que ERC tomó posición en la convocatoria de ayer.
El Quart Cinturó
Uno de los asuntos que marcará el pleno de mañana será la moción que el equipo de gobierno presentará sobre la B-40, es decir, acerca del llamado Quart Cinturó. El portavoz de Esquerra, que estuvo acompañado por el concejal de la formación, Carles Caballero, criticó que el bipartito deje pasar una oportunidad para el consenso sobre la B-40 "debido a los términos en que se ha planteado la propuesta", consideró.
"Si la orientación se centrara en reclamar que se terminen las obras que ya están empezadas entre Terrassa y Abrera, es decir, entre las comarcas del Vallès Occidental y el Baix Llobregat, habría la opción de que fuera aprobada por una amplia mayoría del pleno", afirmó Albert. "Pero tal y como lo ha enfocado el equipo de gobierno es difícil que se produzca ese consenso, porque el ejecutivo pone sobre la mesa el conjunto de la infraestructura, desde Abrera hasta Granollers. Y este concepto global de la vía no suscita unanimidad en el territorio ni tampoco consenso entre los propios ayuntamientos de Terrassa y Sabadell", opinó. El Quart Cinturó acaba, en sentido norte, en la zona de Can Roca. Mientras, hacia el sur, siguen los trabajos para terminar la conexión entre Terrassa y Abrera a través de Olesa.