La campaña municipal del Día Internacional de la Mujer quiere este año dar visibilidad a los colectivos de mujeres que emigran a otros países por razones diversas. Terrassa, como otras ciudades catalanas, fue receptora de una nueva oleada migratoria por causas económicas a partir de los años 90 que se fue consolidando para incrementarse a partir del año 2000 y hasta que se inició la crisis, que los expertos sitúan hacia 2008, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
El fenómeno migratorio de principios del siglo XXI es diferente en procedencia al que tuvo lugar en la década de los años 60 cuando principalmente fue entre comunidades del Estado español. La nueva oleada ha estado protagonizada por personas de países extranjeros por lo que el paisaje poblacional de las ciudades ha experimentado un cambio radical.
Si observamos el anuario estadístico municipal del año 2015, Terrassa cuenta con una población de 215.143 habitantes de más de 132 nacionalidades por lo que la multidiversidad lingüística y cultural está muy presente en muchos momentos de nuestra vida cotidiana. De este número de habitantes, el colectivo extranjero se sitúa en 25.098 y de estos hay 11.899 que son mujeres (un 47,4 por ciento).
Por género
En cuanto al origen, el primer país es Marruecos con 5.471 mujeres, que representan el 46 por ciento del total. Le siguen Rumanía, con 635 (5,3 por ciento); Ecuador con 536 (4,5 por ciento); Paraguay con 459 (3,8 por ciento) y China con casi el mismo número de residentes (456 y mismo porcentaje). También hay presencia femenina significativa de Senegal, República Dominicana, Colombia, Bolivia, Italia, Argentina, Perú y Paquistán.
El flujo emigratorio femenino presenta algún rasgo diferencial a tener en cuenta con respecto al masculino. Marruecos es el primer lugar de procedencia de hombres y mujeres, pero el segundo lugar de origen para ellos es Senegal mientras que para ellas es Rumanía. Analizando más datos de este gran mosaico de culturas que configura la Terrassa de hoy, se confirma también que tras el colectivo de mujeres marroquíes, el segundo más importante es de Latinoamérica. Y, en este sentido, señalar que en el censo de habitantes llegados de América del Sur y Centroamérica hay más féminas que hombres. Citamos aquí algunos ejemplos ilustrativos: De Paraguay hay 681 habitantes, de los cuales 451 son mujeres; de Bolivia 455 ( 277 féminas), de Brasil 298 habitantes ( 208 mujeres). Esta situación también se da de forma notable con respecto a Honduras, Argentina y México.
El proceso de emigración de hombres y mujeres de las dos comunidades más importantes asentadas en la ciudad, la marroquí y latinoamericana, coincide mayoritariamente en la misma causa, la económica, pero no en los protagonistas. En relación a Marruecos es el hombre quien ha tomado la iniciativa de traspasar la frontera y una vez establecido en otro país ha solicitado el reagrupamiento familiar. En el caso de los países latinonamericanos ha sido la mujer, en muchos casos, quien ha liderado la iniciativa de buscar un futuro mejor para los suyos. Este rasgo diferencial también da pistas sobre cómo las mujeres inmigrantes de estos países han salido adelante en su nueva etapa. Los expertos que estudian el fenómeno de la inmigración en el siglo XXI apuntan a que para ellas, especialmente las personas de Latinoamérica y de habla hispana, han hallado en el servicio doméstico y el cuidado de personas mayores una de las vías de inserción laboral y, por tanto, una fuente de ingresos para reagrupar a la familia.
Billete de regreso
Este factor, junto a otros como su inquietud por formarse, ha hecho que su integración, adaptación, sea más rápida que la comunidad marroquí, la más numerosa, donde las mujeres presentan una mayor dificultad para involucrarse en la vida de la ciudad y salir de su entorno familiar y territorial. Las mujeres y también hombres de otras nacionalidades que desembarcaron en el año 2000 viven hoy, quince o dieciséis años más tarde, nuevos cambios en su vida a causa de la falta de empleo y empleo precario víctima de una crisis que no remonta. Y en este éxodo vuelven a ser protagonistas los de Lationamérica.
La comunidad ecuatoriana, a título de ejemplo, perdió el año pasado un 18,30 por ciento de su población y la rumana (10,32 por ciento), porcentajes muy superiores a la marroquí que se situó en un 6,54 por ciento. Es muy probable que en este camino de regreso al lugar de origen, en el caso del colectivo latinoamericano, tenga mucho que ver la mujer que, por razones adheridas al género, no ha logrado superar la añoranza de estar lejos de sus familiares y de su país.
Los datos
Procedencia principal: Marruecos (5.471 mujeres), Rumania (635), Ecuador (536), Paraguay ( 459) y China (456).
Entidades: Associació Intercultural Musulmana, Unión Lationamericana y Amical Dones Senegaleses. En el anonimato funciona una gran red de tejido social y solidario.
Centros de información: Además del Ayuntamiento, hay el CITE en CCOO y Amic en UGT.