El equipo de gobierno (PSC y CiU) también llevó a la junta de portavoces el debate sobre la B-40, con la intención de que el resto de grupos se avinieran a pedir que se aceleren las obras del tramo entre Terrassa y Olesa. Más allá de esta apuesta concreta, susceptible de despertar consensos, las divergencias surgieron porque el bipartito incluyó reclamar que la nueva ronda llegue hasta Sabadell, además de que se impulse el proyecto global de la B-40, de tal forma que pueda discurrir un día hasta Granollers, tal y como se concibió.
El portavoz socialista del Gobierno municipal, Alfredo Vega, indicó a este diario la intención del ejecutivo de presentar el conjunto de reivindicaciones sobre la B-40 como una propuesta de resolución en el próximo pleno. La oposición de izquierdas, encabezada por TeC y ERC, pidió que el ejecutivo no lleve el tema de la B-40 al plenario. TeC sostiene que hace falta un debate más a fondo sobre la cuestión. Mientras que Esquerra (que gobierna en Sabadell, ciudad que se opone a la llegada de la B-40) pide que al menos salte de la moción el punto relativo al trayecto Terrassa-Sabadell.