Forzó la puerta de una tienda y huyó antes de la llegada de la policía, pero regresó, volvió a forzar el comercio con un puntal de obra, escapó de nuevo, pero esta vez, esta segunda vez, la Policía Municipal lo detuvo. Pasó el martes de madrugada en Sant Pere Nord.
El establecimiento, flamante, ubicado en la calle Ample, vende productos alimenticios rumanos. Y el detenido es rumano. El martes, a las 4.40 de la madrugada, un testigo vio algo raro en la persiana del local y llamó a la Policía Municipal para comunicar esa circunstancia y las sospechas inevitables que de ella se derivaban: alguien había robado, o cuando menos lo había intentado, en el establecimiento.
Una dotación policial se dirigió a la zona indicada, en Sant Pere Nord, y allí no había nadie ya. Los sospechosos se habían marchado. Sólo quedaba un puntal de obra, de hierro, el objeto supuestamente usado para la tentativa de robo, y restos del forzamiento.
A las 5.35, casi una hora después, la policía supo de una segunda intentona en el mismo sitio, y un coche patrulla acudió de nuevo a la calle Ample, junto a la esquina con la de Califòrnia. Un testimonio acababa de alertar de un asalto en la tienda y dio la descripción del asaltante, que, al parecer, había utilizado el puntal y dos losas para violentar la puerta del local.
El sospechoso huyó por la calle de Provença, en sentido Norte, y los agentes lo encontraron. En su batida, vieron a un sujeto que respiraba con dificultad, sudoroso. Respondía a la descripción facilitada por el testigo, y éste lo reconoció. El presunto ladrón fue detenido. Es un joven de origen rumano de 29 años y con múltiples antecedentes policiales.
Los responsables del comercio se enteraron del asunto a las nueve de la mañana. “Iba a abrir el local y noté que algo le pasaba a la persiana. Seguramente la abrieron con una llave maestra”, contó Viorel Ion, dueño de la tienda.
Ion vio luego que la puerta de acero presentaba daños en el marco, y el vidrio estaba roto, agrietado, fruto de la presión de la palanca ejercida con el puntal. El responsable del establecimiento no echó nada en falta, pues el robo había quedado en tentativa. El ladrón tuvo que huir de forma precipitada y no llegó a irrumpir en el local.
La tienda, Delicii Naturale Romanesti, empezó su actividad el 5 de marzo. Diecisiete días después fue asaltada por alguien que probablemente la había visitado como “cliente”, con la intención aviesa de buscar cómo allanarla.