La Fundación Gala-Dalí ha negado que paralizara una exposición del coleccionista Beniamino Levi en el Centre Cultural de Terrassa con esculturas de Dalí y asegura que en su mayoría estas esculturas de Levi “no fueron creadas personalmente” por Salvador Dalí ni se le puede atribuir su autoría.
La pasada semana, Levi, que ha organizado exposiciones por todo el mundo y que fue el impulsor en 1995 del Espacio Dalí de París, el cual recibe cada año unos 200.000 visitantes, expresó su decepción por “no haber podido hacer una exposición de la escultura daliniana en España”, después de que se cancelara la anunciada para el pasado 10 de marzo en el Centre Cultural de Terrassa.
Según un comunicado hecho público ayer, “el artista ampurdanés, ratificando un documento firmado por su esposa Gala, simplemente concedió una autorización para reproducir en cualquier formato determinadas obras pictóricas que posiblemente eran de su autoría (la Fundación Dalí no las ha podido revisar nunca ni ha visto nunca ningún original de estas autorizaciones) y, en base a esta autorización, Levi ha hecho unas esculturas”.Por tanto, continúa el comunicado, Levi “ha hecho una interpretación tridimensional de unas obras bidimensionales, creando unas esculturas en cuya elaboración Salvador Dalí no participó”.
La Ley de Propiedad Intelectual califica este tipo de interpretaciones o transformaciones como “obra derivada” (art. 11) y otorga la condición de autor a quien efectúe esta interpretación o transformación.
Admite la Fundación que “Levi posiblemente tiene en su colección entre dos y cinco esculturas que se pueden atribuir a Salvador Dalí, porque el artista intervino en su creación como obras tridimensionales”.
No obstante, advierte de que “respecto a estas obras no tiene el derecho de exposición porque la legislación vigente en aquel momento no transmitía este derecho al adquiriente, derecho que permanecía en poder del autor; y este derecho forma parte de los que la Fundación gestiona por cesión del Estado español”.
En consecuencia, aunque la Fundación Dalí “respete los contratos que Dalí hubiera firmado (en este punto, contrariamente a lo que Levi declara, la Fundación Dalí no ha emitido nunca una opinión favorable sobre estos contratos), no puede permitir que estos contratos se exploten por quienes son sus titulares, de forma que suponga una extralimitación más allá de lo que contemplan”.
Al contrario de lo que afirmaba Levi, la Fundación Dalí no ha paralizado ninguna exposición prevista por Levi, puesto que “no se opone a la organización de exposiciones por parte de terceros, y únicamente pone de manifiesto la necesidad de explicar claramente al público qué se está exponiendo”.
La Fundación atribuye a la Fundación Cultural Privada Caixa Terrassa la decisión de cancelar la exposición “a la vista de las irregularidades que su concepción por parte de Levi planteaba, dado que se daba a entender al público que las obras en tres dimensiones expuestas habían sido creadas y realizadas por Salvador Dalí, cuando no es posible afirmarlo en relación con la mayoría de las obras que se incluían en la muestra”.
El coleccionista comentó que, a través de los contratos firmados personalmente con Dalí, tenía los derechos sobre 29 esculturas para las copias originales y múltiples y además adquirió para su colección otras 21 esculturas dalinianas.