El barrio de Can Parellada vivió el jueves por la tarde un episodio digno del género negro, cuando un vecino armado con una escopeta recortada recorrió las calles escapando de la policía y emprendió la huida a tiros por el bosque.
El espectacular suceso arrancó minutos antes de las 6 de la tarde, cuando los habitantes de una vivienda ocupada en la calle Ucrania recriminaron a un vecino que les había entrado a robar en el domicilio. La discusión subió de tono y el acusado, al parecer provisto de arma blanca, decidió acudir a su casa, en la calle Grecia, de la que regresó provisto de una segunda arma, en este caso de fuego. De vuelta al lugar de la refriega, el ofendido amenazó a los vecinos con la escopeta recortada, sembrando el pánico entre los presentes.
Alarmado, el vecindario dio aviso a los cuerpos de seguridad y en pocos minutos dos dotaciones de Policía Municipal se personaron en el lugar de los hechos. Fue entonces cuando, al comprobar la llegada de los agentes, el hombre armado emprendió la huida subiendo a un vehículo y recorriendo las calles de Can Parellada a toda velocidad.
A partir de ese momento, el conductor y la policía protagonizaron una espectacular persecución por las calles de Holanda, Italia, Oceanía, França, Europa, Anglaterra y finalmente Grecia, esta última circulando en dirección prohibida. La escapada finalizó al colisionar el individuo contra un vehículo patrulla.
Los agentes, sin embargo, no lograron darle caza en el accidente, ya que el hombre abandonó rápidamente el coche para adentrarse en el bosque, donde la policía escuchó como mínimo un disparo.
En casa de sus padres
El episodio concluyó en la calle Holanda, donde los cuerpos de seguridad sospechaban que el fugitivo se había ocultado en el domicilio de sus padres, como así comprobaron posteriormente. Personados en la casa, el hombre armado fue quien abrió la puerta, procediendo a su detención y posterior traslado a Mútua.
El incidente de la huida, la ocultación y la presencia policial cogió por sorpresa a los familiares del hombre armado, que tuvieron que ser atendidos por una posible crisis de ansiedad. Al lugar del suceso acudió una ambulancia, aunque finalmente no fue necesario realizar ningún traslado hospitalario.
Durante la persecución por las calles de Can Parellada, dos patrullas acudieron al domicilio del detenido, en la calle Grècia. Allí les recibió su pareja, que según fuentes policiales les permitió el acceso a la vivienda. En el registro, los agentes localizaron dos armas recortadas del calibre 12.