Terrassa

Después de la bendición de la palma la misa Crismal

El Domingo de Ramos fue la señal que marcó el inicio del rito solemne y medular del cristianismo con la bendición masiva de ramos y palmas en las parroquias para conmemorar la entrada de Jesús a Jerusalén. El obispo Josep Àngel Saiz Meneses presidió a las doce del mediodía la bendición en la Plaça Vella. Posteriormente, se celebraró la misa en la Catedral del Sant Esperit.
El siguiente paso en el calendario litúrgico se celebrará mañana martes 22 de marzo, a las once de la mañana, con la Misa Crismal, en la que los presbíteros y diáconos de la diócesis egarense renovarán sus promesas sacerdotales. El prelado bendecirá los santos óleos que se usarán a partir de entonces en todas las parroquias de la diócesis para los sacramentos del bautismo, la confirmación, las ordenaciones y las unciones de los enfermos. En esta jornada recibirán la felicitación los presbíteros Gabriel Bayés, que celebra cincuenta años de su ordenación, y Fidel Catalán, Manuel Coronado, Xavier Serra y Germà Prats, que celebran los veinticinco de su ministerio.

La próxima cita será el Jueves Santo, cuando se conmemorará la institución de la Eucaristía de la Última Cena y se recordará el gesto de Jesús de lavar los pies a sus discípulos. El obispo presidirá la misa a las 19 horas en la Catedral. Las misas se sucederán en todas las parroquias. En Les Arenes, a las 21.30 horas, tendrá lugar la Procesión del Encuentro.

El día siguiente, Viernes Santo, los cristianos están convocados a una celebración de la Pasión y Muerte de Jesucristo que no es una misa aunque se comulga del Cuerpo de Cristo consagrado el día anterior. La celebración está centrada en la lectura del relato de la Pasión, con varios lectores, y la adoración a la Cruz. El pontifice presidirá la celebración a las doce del mediodía en la Catedral. En las demás parroquias también se realizará la celebración.

Un acto muy popular de este día es el Vía Crucis. En la Catedral, se celebran los diez años de su recuperación por las calles de la ciudad. Partirá a las ocho de la Catedral del Sant Esperit y recorrerá las calles de la Font Vella, la del Cardaire, la de Sant Pere, el Raval de Montserrat, la calle de la Unió, la Major y la Plaça Vella. Además del Via Crucis que transitará por el Centre se celebrarán otros en Segle XX y en el sector de Les Fonts, así como en Ullastrell.

El sermón de las siete palabras
El mismo día también tendrá lugar a las diez de la mañana y en la parroquia de Sant Pere el Sermón de las Siete Palabras, un acto antiguo de la Iglesia en el que se reflexiona y se ora a partir de las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz. Este acto ecuménico estará organizado por el grupo Cristians per Terrassa y contará con la participación de cristianos de las iglesias evangélicas.

El sábado es un día de silencio y recogimiento, a la espera de celebrar la resurrección de Jesús por la noche. La Vigilia Pascual es la celebración más importante de los cristianos y coincide con la luna llena, motivo por el que el calendario litúrgico varia cada año. Los cristianos son convocados por la noche para celebrar la victoria de Jesucristo en una celebración que empieza cerca del fuego, a oscuras, para encender el cirio pascual y hacer una procesión hasta dentro del templo. Se leen varias lecturas repasando la historia de la salvación, se bendice el agua del bautismo, se renuevan las promesas del bautismo y se celebra la misa. En la Catedral, el obispo presidirá esta solemnidad a las 22 horas.

El 27 de marzo, Domingo de Pascua, terminará la Semana Santa con la celebración de la Resurrección de Jesús en todas las parroquias. El obispo presidirá la misa a las doce del mediodía en la Catedral, con la participación de la Capella de Música de la Catedral, e impartirá la bendición apostólica a todos los cristianos.

El Museu de la Catedral abrirá sus puertas el Jueves y el Viernes Santo, cuando se podrán contemplar los pasos de las procesiones de Semana Santa. Todas las celebraciones de esta semana estarán marcadas por el Año de la Misericordia que ha declarado el papa Francisco en toda la Iglesia desde el 8 de diciembre de 2015 hasta el 20 de noviembre de 2016.

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