Acaso era una ladrona de las llamadas "cariñosas", que se acercan con zalamerías a sus víctimas. O preguntó por una dirección o echó mano de cualquier otra artimaña para despistar al hombre de 78 años al que acabó robando una joya, un anillo de oro con el escudo del Real Madrid y el recuerdo de las copas de Europa (no de todas) ganadas por el club de Chamartín.
El hurto, sofisticado en las maniobras de enredo, lo cometió una mujer el martes al mediodía en la calle de la Mare de Déu del Carme, en Ca n’Anglada. Se sabe que los hurtadores especializados en estos robos al descuido en la vía pública otean el horizonte, buscan y rebuscan y, una vez elegida la víctima, atacan con lo que mejor saben usar: las armas del palique y el desconcierto. Preguntan por unas señas, dan abrazos, fingen ser conocidos del abordado, o conocer a alguien que lo conoce… Parece que el malhechor actúa solo, pero casi siempre alguien espera en un vehículo muy cerca.
El martes, a eso de las doce, una mujer gruesa, vestida con chaqueta clara, se aproximó a un hombre de 78 años y, movimiento por aquí y por allí, le acabó sacando el anillo, una pieza áurea conmemorativa de parte del palmarés madridista. Una sortija con el escudo del Real Madrid y el recordatorio de nueve de las diez copas de Europa. Cuando se dio cuenta del robo, el asaltado dio la voz de alarma. La policía buscó a la ladrona, al parecer procedente de la Europa del Este, pero no la encontró.