Ha tardado más que otros años en llegar debido a las temperaturas suaves que ha hecho durante buena parte del invierno. Pero finalmente la gripe está a punto de alcanzar el pico de máxima incidencia de la temporada. Todo tras situarse por séptima semana consecutiva por encima del límite fijado este año para que el virus sea considerado una epidemia. El máximo se había establecido en 106,5 casos por cada cien mil habitantes. La proporción alcanza ya los 359 casos por cien mil catalanes.
La situación ha empeorado de una forma significativa en las últimas dos semanas, a medida que la actividad del virus se ha intensificado y ha provocado los tradicionales colapsos en urgencias, propios de las jornadas con más prevalencia de la enfermedad. En el Hospital de Terrassa ha habido días con una presión asistencial especialmente alta en urgencias debido a los casos de gripe. Las cifras así lo corroboran. De promedio, durante el año, los servicios de urgencias del hospital público atienden a 319 personas al día. Pero con la incidencia de la gripe en máximos, la cifra se ha disparado en jornadas puntuales. El domingo, por ejemplo, urgencias atendió hasta a 420 pacientes y, de hecho, las visitas se mantuvieron por encima de la media durante todo el fin de semana. Así, 360 personas pasaron el sábado por este servicio. Tales cifras representan un incremento de la presión asistencial de hasta el 31 por ciento frente a la habitual.
Refuerzos
“En general, las dos últimas semanas han sido de mucha atención sanitaria por casos de gripe”, explica el doctor Jaume Boadas, director asistencial del Consorci Sanitari de Terrassa (CST). Boadas comenta que el aumento de la epidemia ha hecho que existan concentraciones puntuales de pacientes en urgencias, si bien también hay ciertos refuerzos médicos ante la mencionada demanda. En los días más intensos, las visitas de medicina interna en las urgencias del Hospital de Terrassa han acumulado una demora de cuatro horas en los casos menos graves. El protocolo de filtraje que se inicia cuando el usuario llega a urgencias garantiza que los casos más severos sean atendidos de inmediato.
De igual modo, el brote epidémico se ha dejado sentir en Mútua Terrassa, donde los tiempos de espera en urgencias también se han visto afectados. Según comenta la doctora Ana Álvarez, jefa del servicio en Mútua, el aumento notable de la gripe empezó a principios de mes y se ha mantenido en unos niveles altos desde entonces.
Desde que comenzó la epidemia, a inicios de febrero, por las urgencias de Mútua han pasado 150 pacientes que han dado positivo cuando se les ha hecho el análisis para determinar si el virus que tenían era el de la gripe. Solo el pasado fin de semana hubo quince nuevos casos confirmados. Esta prueba se realiza cuando los médicos prevén que la gripe pueda derivar en un ingreso posterior del usuario. Muchas veces porque el paciente sufre una patología previa y, a menudo, crónica.
En el Hospital de Terrassa, 304 pacientes (117 niños y 187 adultos) dieron positivo por gripe en febrero al hacerles la mencionada prueba. Entre el 1 y el 9 de marzo, hubo 78 pacientes más confirmados (54 niños y 24 adultos).
Menos ingresos
Más allá de las cifras, la realidad es que este año ha habido menos cuadros graves de gripe que en la temporada anterior. Así lo indica Anna Martínez, responsable del servicio de control epidemiológico de l’Agència de Salut Pública de Catalunya. “Por el momento ha habido menos personas personas que han requerido un ingreso hospitalario por gripe. En buena medida se debe a que el virus no presenta esta vez mutaciones importantes respecto al que apareció en temporadas pasadas -comenta-. Así que una parte significativa de la población, como ya había tenido contacto con el mismo virus con anterioridad, ya ha generado defensas contra él”. Los ingresos por gripe en Mútua rondan los noventa desde que comenzó la epidemia.
La responsable de salud pública confirma que “estamos llegando a un valor cercano al pico epidémico y que la afectación por gripe en Catalunya tenderá próximamente a disminuir, aunque es difícil saber cuándo”. La experiencia del doctor Jaume Boadas, director asistencial del CST, le indica que la fotografía actual, de una elevada prevalencia del virus, puede prolongarse unas dos semanas más.
Pese a estar en el punto álgido de la epidemia, el CatSalut comunicó el jueves pasado que el brote en Catalunya se encuentra en unos niveles considerados solo entre moderados y altos. “Esta temporada dudo que superemos los 400 casos por cada cien mil habitantes, como sí que ocurrió el año pasado”, afirma Martínez, que aconseja lavarse bien las manos como un modo sencillo de evitar la infección.