A un motorista le abrió ayer diligencias penales la Policía Municipal: multiplicó por cuatro la tasa de alcoholemia permitida.
Eran las 00.30 horas cuando unos agentes pararon la moto porque circulaba de forma irregular por la avenida de Jacquard. Y vieron que el conductor presentaba síntomas evidentes de embriaguez. No fue fácil comunicarse con él. No se mostraba colaborador y rechazó soplar en el alcoholímetro de orientación. Y los policías lo trasladaron a la Jefatura para que llevase a cabo las pruebas de precisión. Y estos tests sí los hizo.
Más casos
En el primero dio un resultado de 1,04 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. En el segundo, 0,97. Teniendo en cuenta esas tasas, quedó imputado. Igual suerte corrió otro conductor al que unos guardias pararon horas después, a las cuatro de la madrugada, en la calle de la Castellassa, en Sant Llorenç. En este caso, la prueba estimativa arrojó un resultado de 1,01 miligramos. Otras dos realizadas después dieron tasas de 0,91 y 0,87.
Otro individuo cuadruplicó el viernes los niveles máximos de alcoholemia: lo interceptó la policía en la calle de la Mare de Déu del Roser, en el sector de Les Fonts. El conductor de un vehículo dio una tasa de 1,15 en las pruebas que hizo el domingo en la calle de Colom.
