Parece que el lunes, en un entreno de un paso de Semana Santa por Les Arenes, se rayó la chapa de un coche estacionado, y el dueño del vehículo montó en cólera y amenazó con quemar la efigie. El Cristo resultó dañado. Le arrancaron un faldón, y tuvo que ir la policía.
La central de la Policía Municipal recibió la llamada a las siete de la tarde. Alguien informaba de un altercado protagonizado por un individuo que, en estado de gran agresividad, estaba causando daños y amenazando "con prender fuego a una procesión".
Llegaron unos guardias poco después, pero el sospechoso ya no estaba allí. Sí quedaban algunos testigos, y vestigios de la refriega: la imagen del Cristo estaba deteriorada, pues le habían arrancado el faldón de velludo. A tenor de lo manifestado por testimonios, el causante del incidente se había enojado sobremanera al ver rayado su vehículo, estacionado por donde había discurrido el paso, en la calle de Joan XXIII; y, presa de ese enojo, exaltado, había entrado en un establecimiento amenazando con dar fuego a la imagen santa que saldrá en una semana en la popular procesión de El Encuentro.
