Agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz y Huelva han detenido a treinta personas como presuntos autores de delitos de robo con violencia, tentativa de homicidio, tráfico de drogas, tráfico de armas y pertenencia a organizaqción criminal. Una banda estremadamente violenta que operaba robando droga a narcotrafincates y que no dudaba en torturar a sus víctimas incluso aplicándoles descargas eléctricas en los genitales.
Durante los ocho meses que ha durado la operación, la organización criminal realizó 25 asaltos violentos a narcotraficantes en Terrassa, Sant Boi, Castelldefels, Montcada i Reixach, Vilaseca, Santa Maria de Palautordera, Vinaroz, Cádiz, Tarifa, Vejer de la Frontera, Pelayo, Isla Cristina y Manilva.
El dispositivo policial para desarticular esta organización criminal se realizó en dos fases los días 13 de enero y 1 de marzo y se realizaron 29 entradas y registros en diversos domicilios, uno de ellos en Terrassa.
El modus operandi de la organización consistía en introducir dispositivos GPS en los fardos de droga antes de que salieran de Marruecos con destino a España. Con la connivencia de ciudadanos de las poblaciones costeras de Marruecos desde donde se embarcaba la droga, colocan estratégicamente los GPS y conseguían poder hacer un seguimiento y llevar a cabo los asaltos violentos en el momento en que consideraban oportuno. Los asaltos se realizaban siempre con violencia extrema con el objetivo de disuadir posibles represalias, hasta el punto de que en alguna ocasión realizaron disparos con armas de fuego, lesiones con arma blanca, contusiones graves y la aplicación de descargas eléctricas en los genitales de las víctimas.
En la operación policial se han intervenido en Catalunya y Andalucía más de dos toneladas de hachís, seis armas de fuego de diversos calibres, defensas eléctricas, credenciales policiales, armillas antibalas y luces prioritarias de color azul como las que utilizan los vehículos policiales.