La entrega del premio "Jazzterrasman 2016" culminó el domingo una primera semana del Festival de Jazz de Terrassa que está siendo particularmente intenso. La categoría de los artistas congregados y el duende que consiguieron evocar a través de inspiradas interpretaciones hacen de estos conciertos citas muy especiales.
Aunque lo que logró Carles Benavent fue especialmente relevante; el músico tuvo a bien reunir en un mismo escenario a un plantel de figuras de primerísima línea, músicos que por sí solos ya justificarían un viaje a la Jazz Cava y que, juntos, fueron capaces de brindar a una audiencia muy numerosa un concierto memorable.
Valentí Grau fue el encargado, en los primeros minutos de una velada que ya se intuía como muy especial, de glosar brevemente la trayectoria de un músico que a lo largo de su vida ha compartido cientos de actuaicones junto a uno de los más grandes, el guitarrista Paco de Lucía, y también secundando a otros artistas de relumbrón como Chick Corea (quien en la actualidad le invita a tocar con él cada vez que viene a Barcelona) o, en una ocasión, Miles Davis. También describió sus inicios, a los 13 años, en el seno de Crac, su reconversión en Máquina (junto a músicos como Emili Baleriola, Ricardo Solís o Salvador Font) o en Música Urbana, donde coincidió con Joan Albert Amargós y Jordi Bonell, ambos presentes en su concierto.
Grau destacó que Benavent "creó una nueva forma de tocar el bajo" y que, a lo largo de su trayectoria, "ha recorrido todo el mundo." Cuenta en su haber, subrayó, con "giras y premios a toneladas!".
También recordó que el decimocuarto "Jazzterrasman" pasó varios años protagonizando los conciertos de Reyes de la Nova Jazz Cava junto a sus compañeros Jorge Pardo y Tino Di Geraldo (los "perlas", como les llama Benavent, que tampoco se lo quisieron perder), poco antes de que Francesc Soriano subiera al escenario para hacerle entrega de la escultura de Sílvia Segura que lo acredita como "Jazzterrasman." Haciendo gala de su "vergüenza" y humildad, Benavent apenas atinó a definir al reparto de músicos que le acompañarían durante la velada como "los personajes de mi vida" y aquellos a los que ha sido "factible" invitar. Su sola presencia da una idea de los círculos en los que se ha movido un músico cuyo genio y versatilidad son indiscutibles.
Tal como ya había anunciado el propio músico a este diario hace unos días, el concierto fue de "menos a más", del trío al noneto, comenzando con Roger Mas y Jordi Bonell, y acabando con una trepidante puesta en común de todos sus invitados. A los ya citados se fueron añadiendo Antonio Serrano, Roger Blavia, y Raynald Colom.
Complicidad
Lo más notorio fue la enorme complicidad de Benavent con sus camaradas. Para comenzar escogió un tema que, como "Blustorius", es toda una declaración de intenciones… y luego fue añadiendo otros temas de composición propia como "De perdidos al río" o "Viva Caí", o el homenaje a Paco de Lucía a través de "Zyryab."
Las pinceladas flamencas, el jazz y mucha fusión dominaron un concierto en el que saltó a la vista una gran complicidad y un gran conocimiento mutuo entre los músicos que ocupaban el escenario. Pese a la inmediatez que se intuye en conciertos circunstanciales de estas características, no nos encontramos ni mucho menos con músicos dubitativos y el concierto pareció de lo más ensayado, aunque no fuera así. De algo tiene que servir haber tocado tantas veces juntos, conocerse tan bien y tener tan gran categoría. Saltó a la vista en una velada muy especial.