Terrassa

Blanca Roncero: “La mujer debe demostrar que vale”

Doctora en ingeniería industrial formada en la Escola Superior d’Enginyeries Industrials, Aeroespacial i Audiovisuals de Terrassa (Eseiaat), Blanca Roncero ha realizado toda su trayectoria formativa y profesional en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).

¿Qué trabajo desarrolla en el campus de la UPC?
Estoy en el Departamento de Ingeniería Papelera donde imparto docencia en grados y máster y también realizo investigación en proyectos nacionales e internacionales. La industria papelera ha cambiado mucho. Ahora buscamos nuevos materiales reciclables y biodegradables, y mejoramos la tecnología para que sean más sostenibles. Es una labor muy interesante.

Usted se tituló en 1994 en la Eseiaat de Terrassa de la UPC. ¿Cómo ha evolucionado la presencia de la mujer en esta escuela superior de ingenierías?
Recuerdo que cuando empecé mis estudios aquí, en las clases éramos unos cien alumnos de los cuáles sólo había dos o tres mujeres. Ahora hay muchas más pero continúan siendo minoría en las aulas y en los doctorados. Cuando me doctoré me dieron un premio en el ámbito de ingeniería y de entre todos los premiados sólo había una mujer que era yo. Actualmente en mi grupo de ingeniería papelera hay la mitad de mujeres y hombres.

¿Cree que la sociedad reconoce a la mujer y al hombre por igual?
Creo que la mujer aún tiene que demostrar que vale más. A los hombres la etiqueta de que valen ya se da por supuesto. Y esto se observa en muchas empresas donde todavía es bastante habitual que los directivos sean hombres. Y, lamentablemente, es así a pesar de que las mujeres que estudian logran mejores notas que los hombres. Ellas suelen ser más brillantes.

¿Sigue siendo un handicap para la mujer hacer carrera profesional?
Sí. Es muy difícil compaginar profesión, familia, hijos y hogar. Yo, por ejemplo, estoy casada y tenemos dos niños de 8 y 11 años. Mi marido también es ingenierio. En nuestro caso tenemos la gran suerte de contar con unos abuelos maravillosos que nos ayudan. Debo decir a favor de mi pareja, y de otros de su generación, que hoy se implican más pero la mujer sigue teniendo este sentimiento innato de responsabilidad para con todo y a veces es complejo ejercerla como se desea.

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