La niña tenía entre 10 y 11 años cuando su padre abusó sexualmente de ella. Varias veces. Lo dice la fiscal, que acusa al progenitor de un delito continuado de abuso sexual y pide que sea condenado a una pena de doce años de prisión, y a pagar treinta mil euros a su hija.
Los abusos denunciados fueron perpetrados durante el 2013 y hasta febrero del 2014 en el domicilio familiar, en Terrassa. El Ministerio Fiscal afirma que el procesado, de nacionalidad española, se metía en la cama de la niña, se tumbaba a su lado y la penetraba. Ella no oponía resistencia debido a su corta edad y a la superioridad del procesado, a su relación de parentesco.
El juzgado de instrucción número 3 de Terrassa investigó el asunto y en febrero del 2014 decidió una medida cautelar de alejamiento: el hombre no se podía acercar a menos de mil metros de su hija, ni podía comunicarse con ella por ningún medio.
La sección vigésima de la Audiencia Provincial de Barcelona tiene previsto juzgar hoy al encausado, a quien la fiscal considera autor de un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal sobre menor de 13 años, y solicita al tribunal un fallo condenatorio de doce años de prisión, más otros diez de libertad vigilada cuando cumpla la pena de cárcel.
Pérdida de la patria potestad
Ese periodo de vigilancia debe incluir la obligación de estar siempre localizable “mediante aparatos electrónicos que permitan su seguimiento permanente”; además, el acusado deberá comunicar de inmediato “cada cambio del lugar de residencia o del lugar o puesto de trabajo” y tendrá que seguir un tratamiento o control médico “relacionado con sus impulsos sexuales”. El Ministerio Público reclama que el hombre pierda la patria potestad de la menor y que durante diez años no se aproxime a menos de mil metros de la muchacha.
La víctima no se verá obligada a declarar en el juicio si el tribunal admite la petición de la fiscal. La acusación pública ha solicitado que en la sala se reproduzca la declaración que la menor realizó durante la instrucción.
Si finalmente la Audiencia Provincial de Barcelona considera que la chica debe comparecer en la vista oral, la fiscal pide que se evite la confrontación visual y directa entre ella y su padre. La madre sí está llamada a declarar.