La Masia Freixa acogió anteayer una de las dos jornadas informativas sobre la crisis de los refugiados organizadas por el Consejo Municipal de Solidaridad y Cooperación Internacional con el objetivo de dar a conocer el contexto de la crisis de los refugiados que se ha originado en Europa, las consecuencias que se han derivado y explicar cómo se gestionaría la acogida en Catalunya en el caso de que, finalmente, lleguen refugiados a nuestro país.
Joan Reventós, director del Comité Català de Acnur, explicó que en 2014 hubo 59,5 millones de desplazados a la fuerza, una cifra nunca vista desde la II Guerra Mundial, y que en 2015 se ha superado pero sólo un tercio ha podido cruzar la frontera y pedir asilo, mientras que los otros dos se han quedado dentro de su país de origen como desplazados internos.
En esta línea, el director del Comitè Català de Acnur recordó que la Unión Europea se comprometió a reubicar a 160 mil refugiados entre las naciones miembro desde junio de 2015 a junio de 2017, pero que por ahora en España tan sólo han llegado 19 personas. Sin embargo, en 2015 los refugiados que llegaron al país, sin formar parte de este plan, se duplicaron respeto al año anterior y el sistema de asilo europeo está desbordado. “Ya llegan aunque no en el mismo volumen que en otros estados europeos”, dijo Reventós, que prosiguió su conferencia destacando que la mayoría de refugiados ya no son hombres sino que cada vez hay más mujeres, niños y gente mayor.
“Si hay personas que deciden emprender una camino de 8 mil kilómetros para llegar a Europa es por la desesperanza que viven en su país pero también por la esperanza de llegar a un lugar mejor”, comentó Reventós, a lo que añadió que no se trata de un problema de Europa sino de todo el mundo ya que aunque los tres corredores principales son los de Grecia, Italia y Melilla, también llegan refugiados a través del corredor del sureste asiático o el americano.
Por su parte, Marcos Chércoles, miembro de Proactiva Open Arms, explicó su experiencia en Lesbos, donde cada día llegan numerosas embarcaciones llenas de gente que huye de sus países.
“Si salen al mar es porque en el mar se sienten más seguros que en la tierra de donde vienen”, considera Chércoles, que manifestó que “me chocó mucho que llegase tanta gente y en aquellas condiciones”.
Según el miembro de Proactiva Open Arms, las mafias, que cobran unos 1.500 dólares a cada persona, “les venden que será un trayecto seguro pero donde les dicen que irán diez personas luego van cincuenta”. Además, explica que quien conduce la embarcación salta al agua dos kilómetros antes de llegar a la costa, para no ser detenido por trata de personas, y muchas veces deja al mando a una persona que no ha visto nunca antes el mar, por lo que es posible que acaben volcando.
Segunda sesión
El 1 de marzo, también a las 7 de la tarde y en la Masia Freixa, se llevará a cabo una nueva jornada informativa dedicada a “La gestió de l’asil a Espanya i Catalunya”, a cargo de Susana Nicolàs, coordinadora de Programas Sociales de la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat; y a “El paper de Creu Roja en la gestió dels refugiats. La perspectiva de Terrassa. El paper de la ciutadania i el voluntariat”, a cargo de Gerard Català, abogado del Servicio de Atención a los Refugiados e Inmigrantes de Cruz Roja de Barcelona. Para asistir a la sesión hay que inscribirse a través de solidaritat@terrassa.cat.
Con ambas jornadas, el Ayuntamiento quiere dar a conocer la futura Mesa Local para las Personas Refugiadas, a la que se podrán adherir particulares y entidades y que será la que coordinará la ayuda a los refugiados que finalmente puedan llegar a Terrassa.