Dicen vecinos de la zona que el mismo contenedor, un recipiente metálico naranja de recogida de ropa, ha sido volcado no menos de media docena de veces. Eso, en los últimos dos meses. El contenedor en cuestión está ubicado en la confluencia de la Ronda de Ponent con la avenida de Can Boada.
¿Por qué lo tiran? Se desconoce. Quien le ha cogido ojeriza a ese recipiente de ropa, de la cooperativa Roba Amiga, quizás lo tumbe cada dos por tres como mero acto de vandalismo, o acaso cree que le estorba. Raro sería que el objetivo fuese sustraer la ropa de segunda mano de su interior, pues los huecos para introducir y sacar las prendas quedan pegados al suelo cuando el recipiente da en tierra. La unidad metálica está situada al lado de contenedores de residuos, en las faldas del montículo donde se eleva la popular ermita del Sagrat Cor, en el barrio de Can Boada del Pi.
El viernes, por ejemplo, el recipiente estaba volcado, ocupando dos tercios de la acera. “Yo lo he visto así varias veces, cinco o seis, desde que lo instalaron aquí a finales del año pasado”, comenta un vecino. Lo recolocan, lo ponen derecho, y horas después, o días después, alguien lo vuelve a tirar. La semana pasada, la Policía Municipal fue advertida un par de veces acerca del mismo hecho repetido. Una el jueves. Otra el viernes.
