El Pla de Promoció de la Política Industrial i Dinamització dels Polígons Industrials de Terrassa entra en contradicción con uno de los proyectos de mandato del alcalde Jordi Ballart, la creación de un gran parque logístico, una terminal de mercancías en la zona de la Mancomunitat. El documento pone en cuestión la oportunidad de implantar una actividad de esas características en la zona y el concejal del área, Miquel Sàmper, mostró de forma meridiana su oposición en el pasado pleno.
“No me gusta nada una apuesta por la logística”, dijo, para explicar que las terminales de mercancías “ocupan muchos metros cuadrados y, en cambio, no generan muchos puestos de trabajo y no son los mejor remunerados”. El teniente de alcalde de Desarrollo Económico, Industrial y Ocupación admitió que, en un contexto marcado por el desempleo, “sería difícil decir que no si vinieran 6 o 7 empresas del sector ofreciendo trabajo. Pero si tenemos que diseñar un proyecto de estrategia, es evidente que esta no es nuestra apuesta”.
Contradicción
Sàmper respondía así a una pregunta del concejal de Terrassa en Comú, Xavier Matilla, durante el pleno ordinario del mes de enero. El edil recordó las declaraciones del alcalde Jordi Ballart en campaña electoral proponiendo el proyecto de un gran centro logístico en la Mancomunitat. “¿Qué argumentos le llevaron a formular la propuesta y qué opinión tiene del informe que la contradice de manera vehemente y clara?”, preguntó Matilla a un alcalde ausente en el pleno de enero, motivo por el cual la respuesta llegó del socio de gobierno y responsable de la promoción económica Miquel Sàmper.
El informe municipal detalla los riesgos que implica la implantación de una gran planta logística, donde se almacenarían contenedores de mercancías procedentes del puerto y/o el aeropuerto de Barcelona, con destino a distintos puntos de Catalunya e incluso a nivel internacional. En su análisis DAFO, el capítulo de las amenazas para la promoción económica de Terrassa menciona el “riesgo de ciudad de segunda corona, donde se concentran actividades industriales de menor valor añadido (mayoristas, distribuidores, logística, actividades de mantenimiento y reparaciones…) con modelos de negocio de bajos salarios y alta ocupación de espacio”. El documento alerta del “creciente peso de empresas de distribución, mayoristas y de actividades logísticas que no tienen vínculo ni arraigo en Terrassa”. Ese modelo económico provocaría “una pérdida de posicionamiento en el Vallès respecto a otras ubicaciones de negocios de valor añadido (Sant Cugat) y más industriales (Rubí)”.
Sàmper explicó en el pleno que la amenaza de una fuerte presencia de la actividad logística no es nueva para el gobierno municipal, “Ya había sido detectada”, dijo, de ahí que la apuesta de futuro del ejecutivo persiga “un producto de valor, de calidad, que tenga el sello de Terrassa y sobre todo que genere puestos de trabajo y de calidad”.
El informe de diagnosis, que servirá de base para la redacción de un plan estratégico antes del verano, se presentó en comisión informativa y volverá a ser debatido en el marco del Pacte Local per la Ocupació. Sàmper invitó a los grupos políticos a participar en la reflexión sobre el modelo económico que resitúe Terrassa en la senda del crecimiento económico.