Con gran satisfacción anunció ayer el concejal de Cultura, Jordi Flores, que Terrassa ha sido seleccionada para participar como “ciudad piloto” en el programa de la Agenda 21 de la cultura. Lo desarrollará durante tres años junto con otras ocho ciudades: Esmirna (Turquía), Galway (Irlanda), Namur (Bélgica), Lisboa (Portugal), Timisoara (Rumania), Swansea (Gales) y Gabravo (Bulgaria). La Agenda 21 de la cultura se aprobó en 2004, en el marco del Foro Universal de las Culturas de Barcelona (desde el año pasado cuenta con una vesión actualizada), y fue adoptada por la organización mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (Clgu), “la ONU de las ciudades”, según la definió ayer Jordi Pascual, responsable de su comisión de cultura. La Clgu tiene su sede en Barcelona, y esta iniciativa es conjunta con Culture Action Europe, “que es la voz de la sociedad civil europea en temas de cultura, y la principal interlocutora de la Comisión Europea”.
El proyecto de “Ciutat Pilot de la Cultura” de la Agenda 21 se insiere en la voluntad del Llibre Blanc de la Cultura a Terrassa de proyectar la ciudad al exterior y ser capital cultural. “Es una muy buena manera de inicar esta internacionalización , y poner en valor el corpus de la cultura que la ciudad produce”, señaló la directora del Servei de Cultura, Pietat Hernández.
La puesta en marcha del proyecto será la constitución de un grupo de análisis y valoración, posiblemente antes de que finalice el mes. Estará formado por responsables de políticas públicas, representantes de entidades, artistas, “y gente que pensamos tiene un conocimiento del conjunto cultural”. Durante este año, además, se realizarán diversos talleres y seminarios.
En 2017 se desarrollarán acciones que relacionen el sector cultural con la ciudadanía, y intercambios con las ciudades participantes. En el 2018 se “recibirá” a una de estas ciudades, y se celebrará una conferencia final de explicación de los resultados.
“El objetivo es reforzar la capacidad del sector cultural y conectarlo con los retos conjuntos de la ciudades”, señaló Pascual. “Fortalecer el sector pero también los ámbitos con que puede relacionarse: el espacio público, la inclusión social, la educación, la proyección internacional, las industrias creativas.” Y vincularlo con la sostenibilidad: “llevar al centro de las actuaciones las personas, para que todo el mundo pueda aconseguir más una vida plena”. “Hemos de aprovechar esta oportunidad de proyección exterior, y de nutrirnos de prácticas culturales”, afirmó Flores.
Acciones del Llibre Blanc
También ayer se presentó el documento “Accions per implementar el Llibre Blanc de la Cultura a Terrassa”, que recoge las acciones previstas, durante este año, para dar cumplimiento a los objetivos recogidos en éste. Ha sido elaborado con la voluntad de “saber de cierto que estamos siguiendo aquello en lo que nos comprometimos”, afirmó Pietat Hernández. Es áun un documento de trabajo, que puede ser modificado, y que está a la espera de la constitución del nuevo Consell de la Cultural i les Arts.
El proyecto “Ciutat Pilot” y la implementación del Llibre Blanc de la Cultura fueron explicados ayer a los grupos municipales en la reunión ordinaria de la comisión informativa de Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad.