El Ayuntamiento de Terrassa ha solicitado una prórroga de 30 días a la Comissió de Preus de Catalunya para la aprobación, en el pleno de febrero, del decreto firmado el lunes por el alcalde contra el aumento de un 1,5 por ciento en la tarifa del agua propuesto por Mina.
El gobierno defiende congelar el recibo en 2016 y entiende que Mina no ha argumentado suficientemente la necesidad de la subida. “No ha justificado algunos gastos” de limpieza, vestuario, procesos informáticos y asesoría jurídica, comento el director de servicios de Medio Ambiente, Marc Cadevall. La partida última se habría doblado en 2015 y se consolidaría en 2016.
El gobierno se mostró convencido de que Mina recurrirá el decreto de alcaldía y manifestó su confianza en que la Comissió de Preus acabe dándole la razón.
Mina apoya su propuesta en una previsión de consumo en 2016 idéntica a la de 2015, dato del que discrepa el Ayuntamiento. Argumenta que aumentarán los costes de energía y tratamiento, deberá adquirir un volumen extra de agua por las obras previstas en la planta de Abrera y hacer frente a mejoras en la calidad del agua captada en origen por la reducción de caudal derivada de la sequía.
50 días
En comisión informativa, la oposición mostró el lunes su malestar con el gobierno municipal por no informarle de la propuesta de Mina, “cuando han tenido 50 días para ello”, por la urgencia de la prórroga y por que no se haya convocado el Consejo Técnico del Agua, órgano participativo. Especialmente dura es la crítica de TeC, que ayer emitió un comunicado en el que acusa al ejecutivo municipal de “una gestión nefasta” y advierte del riesgo de que, de no ser aceptada la prórroga, “la propuesta de revisión de tarifas pueda ser denegada”.