La Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa (FAVT) ha pedido, en un comunicado, que los grupos políticos municipales alcancen un acuerdo para renovar la flota de autobuses urbanos. La entidad solicita que el equipo de gobierno y la oposición puedan aprobar la compra de los nuevos vehículos en el pleno de febrero, y que éstos funcionen, en la medida de lo posible, con tecnología híbrida.
"Pensamos que debería adquirirse el máximo número de autobuses híbridos, dentro de las opciones económicas que existan", mantiene Ramon Clariana, presidente de la federación. Desde la FAVT recuerdan que la tendencia es que las normativas europeas sean cada más restrictiva con el transporte diésel, y que "a medio plazo, acabarán por prohibir la circulación de esta clase de autobuses."
Premura
Clariana opina que sería "una temeridad" no renovar la flota de autobuses antes del verano, debido al envejecimiento del parque de vehículos. Y es que según ha indicado el comité de empresa de Tmesa, la gestora de la red de buses locales, es en esa época del año cuando los vehículos antiguos sufren más.
El debate sobre la compra de nuevas unidades de autobuses urbanos se ha intensificado desde el pleno municipal de enero, en que el bipartito no logró los apoyos necesarios para tirar adelante su dictamen, que proponía adquirir diez vehículos de doce metros. Seis de ellos, híbridos.
En el pleno, TeC presentó una moción para aumentar el número de buses híbridos a adquirir. Mientras que Ciutadans hizo lo propio, aunque con la idea de reducir la compra de seis a cuatro por considerarla excesiva.
En los últimos días, el gobierno local ha iniciado una negociación a dos bandas, con TeC y Ciutadans, para desbloquear la situación, que podría tener una salida en el próximo pleno.