El ejecutivo municipal ha descartado la petición de Mina de incrementar la factura del agua en Terrassa. La empresa gestora del servicio, cuya concesión termina a finales de este año, había solicitado al bipartito un aumento del recibo del 1,5 por ciento después de que en 2015 el Consistorio y Mina aprobaran congelar los precios. En esta ocasión, Mina ha justificado la propuesta de subir el recibo para hacer frente a los costes que supone la explotación del servicio.
En un comunicado hecho público el viernes, el operador argumenta que en 2016 deberá adquirir un volumen extra de agua “mientras duren las obras de mejora de la principal cañería que abastece Terrassa desde la central elevadora de Abrera”. Y también que deberá invertir más en mejorar la calidad del agua captada en origen debido al impacto que tiene la ausencia de lluvias.
Rechazo
El teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol, explica que desde el Consistorio se pidió a Mina “informes que justificasen el incremento en el recibo”, y que desde el gobierno se considera que la petición de Mina “no queda suficientemente justificada”. Armengol afirma que en conversaciones mantenidas con la empresa se ha abordado ampliamente el planteamiento de la concesionaria de subir el precio de la factura, mientras que el ejecutivo ha defendido la congelación de las tarifas.
El responsable municipal avanza que el próximo lunes el alcalde firmará un decreto que se trasladará al pleno de febrero y que desestimará el aumento sugerido por Mina. El asunto también se abordará en la comisión informativa de Territorio que tendrá lugar el lunes. En la misma participaran representantes del resto de grupos municipales. Consultada ayer por este diario, la oposición en pleno considera que no es el momento de que los ciudadanos paguen más por el agua que usan. Pero hay matices en los razonamientos.
Tanto Ciutadans como el Partido Popular creen que una subida del 1,5 por ciento no está acreditada, puesto que en todo caso se sitúa por encima del IPC interanual. Ciutadans también argumenta, igual que ERC, que no es el momento de que Mina plantee un aumento del recibo teniendo en cuenta que el fin de la concesión está cerca y que puede que la empresa no sea la gestora del servicio a partir del próximo año. “No creo que debamos condicionar la política de precios del servicio a sólo unos meses del fin de la concesión”, indica el concejal Carles Caballero (ERC). Para Maria Sirvent, de la CUP, “la petición de Mina demuestra que una empresa privada no busca el bien común, sino el máximo beneficio, así que la gestión pública del agua es la mejor opción”.
Mientras, Xavier Matilla, portavoz de TeC, expresa su malestar por una cuestión de procedimiento. “Donde se tendría que haber debatido el tema es en el Consell Municipal de l’Aigua”, indica. Matilla se manifiesta contrario a la subida “porque afectaría a las familias con más dificultades económicas”.