"El dictamen de la compra de nuevos autobuses podría aprobarse en febrero sin problemas". Son las palabras del portavoz de Ciutadans, Javier González, inmerso en un proceso de negociaciones con el gobierno municipal tras frustrarse en el pleno de enero la adquisición de quince vehículos para la renovación de la flota.
La formación naranja presentó una enmienda al dictamen y votó en contra, pero ha sido la primera en mostrar su predisposición a negociar con el gobierno municipal un acuerdo que permita incorporar cuanto antes vehículos nuevos a la red de autobuses. "Pensábamos que ERC mantendría la abstención y el dictamen prosperaría, pero no fue así. Ahora estamos abiertos al dialogo y tenemos voluntad de acuerdo", explica González.
El portavoz se ha reunido con Alfredo Vega, concejal de Servicios Económicos, con el que ha tratado sobre posibles mejoras en la flota de Eco Equip, la empresa municipal de la limpieza. Está pendiente un encuentro con el concejal de Movilidad, Marc Armengol, con el que "vamos a valorar la posibilidad de introducir algún condicionante al dictamen de los autobuses que no altere el estudio".
Ciutadans, que votó contra la operación de compra porque consideraba excesiva la adquisición de seis autobuses híbridos, y proponía reducirla a cuatro, prefiere no revelar los detalles de la negociación, pero asegura que trabaja para que el acuerdo con el bipartito permita llevar el mismo dictamen de enero al pleno de febrero.
Cualquier modificación sustancial obligaría a acompañarlo de nuevos avales técnicos y económicos, lo que pospondría la compra varios meses.
Ciutadans propuso en el pleno que el ahorro en vehículos híbridos se invirtiera en mejoras en la flota de Eco Equip, una alternativa que el ejecutivo estaría valorando.
La negociación con Ciutadans no está cerrada y tampoco la que el gobierno municipal ha iniciado con Terrassa en Comú. Como Ciutadans, TeC presentó en el pleno de enero una moción a la compra de los autobuses, aunque a diferencia de la formación centrista, la confluencia proponía aumentar el número de vehículos híbridos. Su portavoz, Xavier Matilla, propuso al gobierno que retirara el dictamen del pleno y abriera un turno de negociaciones para evitar así una derrota en la votación, pero no convenció al ejecutivo.
El desacuerdo ha dado lugar a una negociación a dos bandas en la que el bipartito intenta ahora buscar un acuerdo que le permita no alterar su dictamen y cerrar cuanto antes la compra de los nuevos autobuses. Su propuesta inicial pasa por la adquisición de un minubus, cuatro autobuses articulados y diez vehículos de 12 metros, 6 de ellos híbridos y cuatro con motor diesel.
La propuesta fracasó en el pleno de enero después de que el grupo de ERC cambiara su sentido del voto y anunciara que no se abstendría, como dijo inicialmente, si no que votaría en contra. Ciutadans considera el gesto "legítimo pero feo, muy feo. A mi Isaac Albert ya me lo hizo con el dictamen de la zonificación escolar. Por teléfono de dijo que apoyaría la moción y en el pleno votó en contra. Esas actitudes dificultan los acuerdos políticos, hacen que no te fíes".