Sergi Pérez ha sido uno de los personajes de la semana, después de haber conseguido que su opera prima, "El camí més llarg per tornar a casa", haya logrado el premio Gaudí a la mejor película (la más importante de las cinco categorías en las que estaba nominada.) El cineasta egarense habla para este diario de sus impresiones tras el premio, de cine en general y de sus proyectos.
¿Cómo vivieron usted y su equipo la gala de entrega de los Gaudí?
Lo pasamos muy bien, estábamos nerviosos pero tampoco demasiado. Al contrario que otros yo soy muy fan de la gala, me lo pasé muy bien, aunque al salir me encontré con bastantes "haters." Disfruté con las referencias a Man Ray, las perlas de Chavela Vargas, los puntos suspensivos, la inspiración de los surrealistas…. Que la gala pareciera lenta es normal, hasta los oscars son lentos!
Debió ser difícil aguantar el suspense hasta el final, sin que prosperaran sus otras nominaciones.
Era de esperar. Sabíamos que "Truman" la estaba petando, aunque el único que pensábamos que podía cambiar el signo era el Gaudí al mejor actor. A mí personalmente me gusta más el trabajo de Borja Espinosa en mi película que Ricardo Darín en "Truman". Sinceramente pensaba que teníamos posibilidades en mejor actor y película, incluso hasta el último momento.
¿Qué sintió al escuchar por fin el título de su película?
En el último momento sí pasamos nervios, y al final me quebré un poco. Es muy guapo estar allí, y de repente me emocioné. No fue tanto por pensar en Borja (le estaba nombrando en ese instante), sino porque todo ha sido muy duro, y de repente estar allá… La gente estaba emocionadísima con un reconocimiento tan grande.
¿De qué personajes del mundo del cine le gustó estar cerca en la gala?
Cesc Gay es muy grande, me gusta mucho toda su obra, me ha marcado mucho. No le conocía y me pareció súper majo y muy accesible. A otros, como a Dani de la Orden (director de una de sus competidoras, "Barcelona nit d’hivern") sí le conocía con antelación. Es la persona más elegante del mundo, y tiene mucha inteligencia emocional. Es súper agradable.
Tras el premio muchos medios se han referido a las cifras de recaudación y número de espectadores de la película, siendo muy superiores las cifras de competidores como "Barcelona nit d’hivern."
Que salieran esos números no me ha gustado nada, porque además están equivocados, son mucho más bajos que los reales. La nuestra es una película que no ha tenido una distribución normal, no es una producción de la que has podido ver publicidad en el metro. Hemos protagonizado otro tipo de proyecciones, y hemos ido por filmotecas, donde el número de espectadores no se contabiliza.
Le dolió que eso trascendiera…
Me supo mal que se aludiera a esos números porque son cifras que no se pueden comparar. Sé que el público es importante pero eso no significa que a mayor público una película sea mejor. Además está bien apoyar a otro tipo de cine. Nosotros también deberíamos ser exigentes con el público, y por favor que eso no se tome a mal; podríamos pedir otro tipo de público, más activo y exigente quizás. Si fuera por el público no existiría este tipo de cine.
Además, la distribución ha sido muy complicada…
Por ejemplo, en Terrassa aún no hemos estrenado. Nos pidieron ir antes de ganar el premio, cuando ya no podíamos (habrá una proyección el próximo 17 de febrero), pero sólo después de la nominación; al principio no se pusieron en contacto con nosotros. Es una película extraña, difícil, y al final acabas apreciando de verdad a la gente que te ha apoyado desde el principio.
¿Tienden los nuevos cineastas a decantarse por un tipo de cine más comercial?
Yo creo que no. El alumnado de la ESCAC (escuela en la que imparte clases) es muy heterogéneo, pero hacer cine es muy difícil y a veces ves más salida en un cine más comercial, más mainstream. Pero el alumnado en general tiene más tendencia a la transgresión, a lo inédito. Sin embargo, de alguna forma el dinero va más a películas que pueden dar dinero. Lo malo es que el cine que a mí me gusta es marginal, y es muy difícil encontrar financiación. Siempre he querido hacer este tipo de cine, pensando en el público para explicar la historia pero no para que tenga una experiencia amable. Mis diez películas preferidas son así.
¿Qué films citaría como influencias directas?
"La pianista", de Michael Haneke, "Melancolía", de Lars Von Trier, o Bergman, con películas como "Susurros", "La vida de las marionetas", o "Pasión", películas con personajes que caen mal.
Después del premio, ha recibido alguna llamada interesante de algún productor?
Ya pasó, hace tres meses, con Isabel Coixet. Ahora estamos preparando una coproducción con ella. Actualmente estamos elaborando el guion con Marçal Cebrian. La idea es hacer una producción que pueda tener buena distribución. "El camí més llarg per tornar a casa" costó sesenta mil euros y nadie ha cobrado, todos han participado por amor al cine. Ahora queremos hacer algo con cara y ojos, intentar que los errores se conviertan en virtudes.
Tampoco ha escogido un tema fácil para su nuevo film…
La nueva película girará en torno del tema de la intersexualidad, aunque de hecho habla de lo mismo que la anterior: una persona que intenta regresar a casa, con una crisis vital. Es una persona que sale como mujer y vuelve a casa como hombre, pero sigue sin sentirse bien. Hay personas que nacen con un sexo desubicado en la sociedad (tienen genitales que podrían corresponder a ambos sexos). Les piden que decidan entre ser hombres o ser mujeres, pero ellos plantean que podrían existir más géneros. El intersexual puede no sentirse cómodo con ninguno de los dos géneros. Nosotros hablamos de los géneros por los genitales, pero en la película el personaje se mira al espejo y no se reconoce. Han pasado cuarenta años antes de conseguir lo que quería, pero lo tiene y no es lo que esperaba.
¿Qué prefiere, escribir o dirigir?
Me siento más cómodo dirigiendo, el guion es un proceso creativo muy angustiante y complejo, me agobia. Los guiones los escribiría muy esquemáticos, soy de los que improvisan mucho en el rodaje.