Terrassa

Una infraestructura planificada en 1968 y que sigue en punto muerto

La historia del IV Cinturó, B-40 o Ronda del Vallès, se trazó sobre un primer plano en 1968 y el primer compromiso del Ministerio del ramo fue tenerla operativa en 1996. Casi 4 décadas han pasado desde que el Estado programó la infraestructura y su ejecución todavía es una incógnita en el calendario.

La conexión del Baix Llobregat con las comarcas vallesanas a través de la Ronda del Vallès sigue pendiente. Durante los últimos 8 años se han ejecutado los tramos Abrera-Olesa y Viladecavalls Terrassa, pero el trazado intermedio (Olesa Viladecavalls), sigue en obras. La ejecución del proyecto se ha paralizado en dos ocasiones y la última información del Ministerio de Fomento fija la finalización de los trabajos en 2019.

Veinte años
Veinte años después de los primeros estudios técnicos, la continuación de la autovía hasta Granollers se encuentra en punto muerto, pendiente de reiniciar la tramitación.

La plataforma de empresas, instituciones y entidades defiende la urgencia de la infraestructura como fundamental para la vertebración de la estructura económica metropolitana. Las comarcas del Vallès y el Baix Llobregat concentran 2,1 millones de personas (el 28% de Catalunya), vive uno de cada cuatro empleados catalanes y la zona concentra el 27% del PIB de Catalunya, así como el 40% del VAB (valor añadido bruto) industrial.

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