Las escuelas de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Terrassa celebraron ayer su jornada de puertas abiertas para los alumnos de secundaria. En esta ocasión se inscribieron 335 jóvenes de Terrassa y de otros municipios de Catalunya, la mayoría de los cuales están finalizando el 2º curso de bachillerato y, por tanto, encaminando su futuro profesional y personal.
En esta edición, la jornada, en sesiones de mañana y tarde, tuvo como novedad la presentación de la nueva Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual de Terrassa (Eseiaat), resultado de la fusión de las antiguas EET y Etseiat aprobada recientemente por el Govern de la Generalitat. La gran escuela de ingenierías impartirá diez grados y seis másters (la oferta se mantiene tras la unificación) en diferentes especialidades de la ingeniería industrial, aeronáutica y audiovisual. Subrayar que algunas de las titulaciones politécnicas en Terrassa, como la de Tecnología y Diseño Textil, son únicas en Catalunya y en el Estado español.
El campus de la UPC recibió a sus futuros estudiantes en el singular edificio modernista de la calle de Colom conocido como la Escola Industrial. La elección no fue en vano porque ese espacio pone en valor dos rasgos esenciales de la formación de ingenieros como son su historia (el Palau d’Indústries data de 1902 y fue impulsado por el tejido industrial del momento) y su experiencia contrastada.
Carta de presentación
El acto (el de la mañana), como en las últimas jornadas, huyó del formato convencional de los parlamentos de directores académicos y autoridades. Fue presentado por la periodista de televisión, Lisi Andrés, quien, tras una breve introducción, entrevistó al delegado del rector, Xavier Cañavate, y a estudiantes del campus de distintas carreras muy activos porque además de realizar su carrera están implicados en proyectos tecnológicos y de innovación.
La carta de presentación, como todo promotor que intenta captar clientes, incidió en los puntos fuertes: 21 titulaciones entre grados y másters, cinco mil estudiantes, 400 docentes e investigadores, ocho millones de facturación anual por transferencia de tecnología, mil titulados al año, noventa por ciento de inserción laboral y un 85 por ciento de satisfaccion sobre el nivel de docencia que se imparte.
En su intervención, Cañavate destacó el gran número de titulaciones, así como todo el potencial en docencia, investigación y colaboración con las empresas. El delegado del rector también enfatizó que el campus cuida la atención personalizada al estudiante. "Le acompañamos a lo largo de su camino en clase, en las prácticas en empresas y en programas de movilidad en el extranjero. Porque nuestro objetivo es que la formación que reciba sea un éxito". Tras sus palabras llegó el turno de los alumnos. Participaron Guillem Penalva, de Tecnologías Industriales; Sergi Casajuana, de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática; Hanah Haulani, de Óptica y Optometria, y Eduard Suñol, de Multimedia. Los cuatro estudiantes coincidieron en señalar que estaban muy satisfechos de la opción tomada en su día y resaltaron del campus su apuesta por estimular la creatividad, la innovación y la emprenduría. Uno de los ejemplos que mayor se visualizó fue el proyecto EcoRacing (el coche de competición) cuyo modelo, el último diseñado con motor eléctrico, se exhibía en el vestíbulo del edificio histórico. También se puedo admirar en una proyección en pantalla el coche diseñado por estudiantes para el grupo Volkswagen. Las exposiciones dieron paso a las intervenciones de los asistentes. Hubo sólo dos pero la primera, cabe decir, que fue muy valiente en la medida que el alumno visitante valoró que se habían dicho algunos tópicos (hizo referencia explícita al alto índice de inserción laboral y de satisfacción en la docencia) para añadir que había echado en falta la autocrítica. Le respondió Guillem Penalva, de Tecnologías Industriales, quien le dijo que todo estaba bien y que lo único que le gustaría es que la UPC promocionara más proyectos como EcoRacing. La segunda pregunta estuvo relacionada con cuestiones de metodología docente, y en concreto sobre el curso común que ofrece el campus de Terrassa para todas las ingenierías para después decidir la especialidad a conciencia. Acto seguido, los alumnos de secundaria se distribuyeron en función de su área de estudio de interés para visitar su centro docente así como laboratorios e instalaciones.
