Terrassa es una de las ciudades consideradas referentes en programas de inclusión educativa. Uno de los centros pioneros es la Escola d’ Educació Especial Crespinell quien comparte desde hace mucho tiempo experiencias de inclusión con la Escola Lanaspa. Esta iniciativa fue galardonada con el Premi Nacional d’ Educació por la Generalitat en el año 2003 justo cuando Crespinell celebraba sus bodas de plata de actividad educativa. El programa que realizan ambas escuelas consiste en diseñar una serie de actividades a compartir, en el marco del currículo, por alumnos de la escuela especial y ordinaria. Es la experiencia más arraigada pero no la única. Otros centros de educación especial como El Pi y Fàtima, de titularidad municipal, también llevan a cabo iniciativas de este tipo con centros de infantil, primaria y secundaria. Fàtima , por su proximidad, realiza actividades con las escuelas Pere Viver y Serra de l’Obac y el nuevo Institut Can Roca. Todos los centros consideran que proyectos compartidos favorecen la comprensión de la diversidad y ayudan a la integración. Además de Crespinell, El Pi i Fàtima, Terrassa cuenta con otro centro de educación especial que es L’ Heura. La red acoge este curso a un total de 253 alumnos en la etapa escolar y a 235 en la etapa de transición a la vida adulta o lo que es lo mismo en programas de formación laboral.