En ausencia del alcalde, Jordi Ballart, a su equipo le tocó responder a los envites de la oposición al primer edil y la situación dio lugar a más de un episodio comprometido y a un clamuroso desmarque del socio de gobierno.
Ocurrió cuando el concejal republicano Carles Caballero interpeló al ejecutivo sobre las declaraciones de Jordi Ballart en las que justificaba la adhesión a la AMI de Terrassa para evitar, dijo, que hubiera un alcalde independentista en la ciudad.
“Quiero saber si suscriben estas palabras todos los miembros del gobierno municipal “, preguntó Caballero al ejecutivo, que en primera instancia no se dio por aludido. El edil independentista insistió, en esta ocasión interpelando directamente a la alcaldesa en funciones, Rosa Maria Ribera, que respondió en tono de trámite con el automatismo”¡Si, si claro! “.
Pero ERC buscaba la grieta y volvió a intentarlo, en la tercera ocasión con la mirada puesta en el portavoz de CiU y socio de gobierno, el teniente de alcalde Miquel Sàmper.
Fue entonces cuando sin reparo alguno el convergente, que permaneció callado ante las palabras de la alcaldesa, contestó con un rotundo “no. Nosotros no estamos de acuerdo”.