El director Carles Grau ha rescatado una obra, "Aula-Brecht", que estrenó en 1977 con la interpretación del estimable Feliu Formosa y que acaba de estrenar en la Sala Maria Plans el fin de semana. En esta ocasión, Grau ha confíado el trabajo a Òscar Intente, de Terrassa, quien había tenido contacto con este montaje como joven espectador (él estudiaba entonces en la Escola La Roda) y del cual explicó que guardó parte del material dramático por si acaso surgía la oportunidad de una reposición. El azar es caprichoso y ha hecho que el deseo de Grau y de Intente se cruzaran por el camino casi cuarenta años después de aquella primera versión que recorrió teatros y espacios alternativos. La obra, explicaron ambos antes de su reestreno, es prácticamente la misma. Es una selección de textos y poemas en los que Brecht habla sobre los conflictos sociales y políticos. Y lo hace desde un punto de vista crítico y con ironía.
En la puesta en escena, Grau ha optado también por la misma fórmula que es la de representar el espectáculo de forma didáctica. Así, el actor se enfunda en el papel de un profesor que, acompañado de tiza y pizarra, va escribiendo frases cortas a partir de las cuales va desgranando en primera persona sus pensamientos acerca del ser humano, de su actitud y de su comportamiento.
En esta clase "brechtiana", el actor-profesor, Òscar Intente, nos aproxima al universo del dramaturgo alemán. Es un mundo, evidementemente, muy crítico en la medida que forma parte de un autor de izquierdas y militante comunista que tuvo que exiliarse durante quince años con la llegada de Hitler al poder. En esta aula se habla de hasta qué punto el ser humano puede convertirse en un ser atroz; de la absurdidad de las guerras pero también de sus consecuencias humanas; en definitiva se habla de la opresión, del odio, de la anulación del otro.
Reflexiones profundas
El conjunto de reflexiones son profundas y no hay tiempo para despistarse. Pero el espectáculo ofrece algunos respiros para el actor/ profesor y también para el público/ alumno. Así, por ejemplo, nos gustó la idea de que este "alter ego" de Brecht nos propusiera hacer un dictado de un texto poético. El poema, de tres estrofas, nos alertaba de huir de la seducción para que esta no se volviera en contra y nos invita a no tener miedo. También aportó distensión otros pasajes de la obra relativos a cuando el profesor habló de organización y estructura social e hizo una anología del ser humano en la tierra con los tiburones en el mar. ¡Ahhh! El pez grande acaba por comerse y devorar al pequeño a pesar de que los pequeños sean muchos y consigan unirse para hacer la revolución.
Las reglas de juego, constata Brecht, funcionan por igual en todos reinos y planetas. Y a veces, no es necesario ir directamente al ataque. Como bien cuenta el autor en el texto "Cartilla militar" hay mil formas de manipulación para reducir al otro para que este otro acabe perdiendo la autoestima y tenga tentaciones de suicidarse.
Las reflexiones de Brecht, tal como apuntaban Grau e Intente, siguen vigentes a pesar de haber transcurrido muchos años porque el ser humano y sus relaciones sociales, políticas y económicas siguen siendo de enorme complejidad. Así que lo mejor es retener uno de los consejos que da Brecht en la obra: "…No os dejéis engañar, la vida dura poco…". Sabedor de ello, el autor también nos confiesa sus placeres que no fueron pocos.
FICHA TÉCNICA
Obra dirigida por Carles Grau con textos y poemas de Bertolt Brecht. Traducción de Feliu Formosa. Intérprete: Òscar Intente. Día 23 de enero de 2016. Sala Maria Plans (C/Gaudí, s/n). Temporada del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa (Caet).