El Sindicato de Funcionarios y Policías (SFP), el más representativo dentro del cuerpo de seguridad municipal de Terrassa, se muestra partidario de la propuesta que el alcalde Ballart ha realizado en favor de introducir cámaras en el uniforme de los agentes. De hecho, ésta ha sido una idea -explican desde el sindicato- que los representantes policiales ya pusieron sobre la mesa al final de la última legislatura.
El jueves pasado, el primer edil anunció, en el marco de la elaboración del nuevo Plan Director de la Policía Local, la propuesta de que los agentes lleven cámaras para avalar así todas sus actuaciones. "De esta forma, damos garantías a la policía para proteger su trabajo y honorabilidad, a la vez que generamos más confianza de los ciudadanos en el cuerpo", afirmaba el alcalde a este diario al detallar la medida. A su vez, Ballart remarcaba la necesidad de que las grabaciones se ajustaran siempre a los derechos y libertades de las personas.
Desde el sindicato se considera que la introducción de cámaras en el uniforme resulta "una opción muy buena", ya que "las grabaciones ampararían nuestra actuación, podrían evitar conflictos, aparte de que estos vídeos podrían convertirse en una prueba, si se diera el caso, en una sede judicial."
En el sindicato también explican que la visión favorable a introducir cámaras en el uniforme es "una opinión muy compartida en el cuerpo" porque, en el caso de que haya una situación conflictiva, la grabación "ya no sería ni la versión del guardia ni la del ciudadano, sino la prueba objetiva de una actuación determinada".
Antecedentes
De adoptarse, la medida sería pionera en Catalunya para una policía municipal. No tanto para las unidades de orden público, montaña o submarinismo de los Mossos d’Esquadra, que en ciertas actuaciones cuentan con una pequeña cámara en su indumentaria.
"En el caso de los agentes de montaña o submarinistas, la grabación nos sirve para saber qué ha ocurrido si hay un accidente", explican desde Mossos. En el cuerpo también detallan que las unidades de orden público (las que actúan, por ejemplo, si hay disturbios en la calle) disponen a su vez de una unidad específica destinada a grabar el trabajo de los agentes.
El vínculo entre cámaras y policías tiene otro antecedente en Catalunya, cuando en la etapa del tripartito, el que fuera conseller de Interior, Joan Saura, decidió instalar cámaras de vigilancia en las comisarías de los Mossos para evitar eventuales episodios de malos tratos policiales, así como falsas denuncias de los detenidos.
