Sopló unas cuantas veces, hasta cuatro, pero todas mal, y parece que adrede. Por eso, por la negativa a hacer la prueba de alcoholemia, fue detenido un conductor el sábado. Y a otro lo arrestaron ese mismo día por su embriaguez al volante y por no tener carné.
La Policía Municipal había dispuesto un control en el paseo del Vint-i-dos de Juliol. A las 2.50 de la madrugada los agentes pararon un coche y observaron que su conductor presentaba síntomas evidentes de ebriedad, y allí mismo le instaron a soplar. Y él sopló en el alcoholímetro de orientación, que ya arrojó un resultado de 0,63 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Mas cuando llegó el momento de efectuar las pruebas de precisión, el individuo se negó a hacerlas correctamente hasta cuatro veces, según fuentes policiales. De nada sirvieron las exhortaciones de los guardias, informándole de las consecuencias de la negativa. Al cabo, el conductor fue detenido y su vehículo, inmovilizado en Egarvia. Antes, en ese mismo control habían sido denunciados otros dos conductores.
Sin permiso
El sábado, a las 6.30 de la mañana, un coche golpeó a otro al estacionar en la calle de l’Era, en el Centre. Alguien alertó a la policía, que desplazó a una dotación.
Allí estaban el conductor y unos testigos. El primero hizo las pruebas, con resultados de 0,71 y 0,72 miligramos, unas tasas ya constitutivas de delito. Además, al identificado no le constaba ningún permiso de conducir. Y terminó detenido. A otro hombre le abrió diligencias penales la policía local el sábado por la noche porque dio niveles de alcoholemia positiva en el alcoholímetro de orientación, pero luego no llevó a cabo las pruebas definitiva de manera correcta. Lo habían pillado en un control efectuado en la Ronda de Ponent, donde poco antes unos agentes imputaron asimismo a otro hombre cuyos tests habían dado un positivo de 0,81 miligramos.
La cadena de imputaciones prosiguió el domingo, a la 1.30 de la madrugada, en la calle de Núria, donde unos policías pararon un ciclomotor que había realizado una maniobra evasiva en presencia de unos agentes. El conductor carecía de permiso y el ciclomotor, de seguro. Los guardias aprehendieron cuatro bolsitas con 4,66 gramos de marihuana.