Fernando León de Aranoa ha estado hace unas semanas en Terrassa presentando su última producción cinematográfica, "Un día perfecto", nominada a varios galardones en la próxima edición de los premios Goya. En un breve encuentro con los medios de comunicación, el director relató algunos de los detalles más relevantes de su nueva película, y también adelantó la temática de algunos de sus próximos trabajos.
¿Cómo llegó a sus manos la historia en la que se basa el guion de "Un día perfecto"?
Yo diría que la historia tiene dos orígenes. El primero es una novela de Paula Farias, "Dejarse llover". Me hablaron de ella cuando hacía un trabajo de documental para Médicos Sin Fronteras en Uganda. Fue una historia que me interesó a nivel conceptual: un grupo intentando encontrar una cuerda para sacar un cadáver de un pozo. Son historias dentro de un pequeño microcosmos con las que puedes reflejar una situación. También me interesaba hablar de la gente que se dedica al trabajo humanitario. Es una experiencia muy interesante la posibilidad de asistir a su rutina. Yo pude hacerlo rodando mi primer documental, en Bosnia, en el año 1995.
¿Lo que vivió allí, lo refleja en la película?
Hay algún momento de la historia que viene de la experiencia, cosas muy pequeñas del personaje que interpreta Benicio del Toro. Hubo momentos, diálogos, que se me quedaron grabados, y junto a eso hay sensaciones más abstractas y otras más chocantes, como estar sumergido en un laberinto de irracionalidad . Recuerdo haber vivido la voladura de un techo desde dentro de una casa, que no anoté en una libreta ni nada, pero que he recuperado para la película.
¿Le ha interesado contar el trabajo de los cooperantes?
La película no cuenta tanto el trabajo de los cooperantes, sino la historia de un conflicto; sirve para cualquier guerra, incluso puede pasar en África. La primera víctima de una guerra es la razón, el sentido común.
¿Cómo ha sido trabajar con grandes actores, como los que forman parte del reparto del film?
Tim Robbins, Benicio del Toro, Olga Kurylenko… Son actores muy distintos que me han permitido un reparto muy coral, aunque todos son de la misma escuela. Ha habido un buen canal de comunicación, especialmente en el caso de Benicio del Toro. Con él hemos estado elaborando cada pequeña cosa, ha sido mi socio creativo en muchas cosas.
Esta película parece guardar similitudes con su filmografía pese a ser muy diferente; pasa en otro país, en otro idioma, ya no es tanto su estilo un tanto costumbrista, de reflejo de una sociedad concreta…
Es difícil decirlo. Las cosas pasan a través de ti, no puedes evitar contar historias de otra manera. Mientras escribía el guion me acordaba de "Los lunes al sol", de cómo el humor estaba especialmente presente a través de los personajes masculinos. Tenía ganas de mezclar drama y humor, y eso tiene que ver con lo que hecho.
Actores llegados de Hollywood, del star system, ¿cómo se han adaptado al film?
La película no sería lo mismo sin el talento de Benicio, de Tim. Es una producción europea, muy artesana, han estado en mis manos casi todas las decisiones creativas, un poco a nuestro criterio, libremente. Para ellos trabajar al modo europeo ha sido un estímulo, hacer la película que les apetece hacer, les divierte mucho trabajar de otra manera. Yo también he disfrutado mucho trabajando con ellos, y con las aportaciones de Benicio. El ochenta por ciento de las ideas que él traía eran buenas.
Usted ha dicho que rodar en inglés ha sido lo natural, porque es la lengua que hablan los cooperantes. ¿Ha habido otra razón, como por ejemplo airear su nombre internacionalmente?
Si eso ocurre es un añadido, no era un objetivo. La historia exigía eso, un grupo de trabajadores humanitarios, una mezcla de idiomas, una pequeña torre de babel. El 80 o 90 por cien de la película está en inglés, si la historia lo pide está bien. No hay que poner un idioma por razones de internacionalidad.
¿En qué momento se encuentra ahora en relación a la película?
Estoy en ese momento en que la acabas de mostrar. La he disfrutado mucho, se ha entendido bien la película y cuesta soltarla. Está empezando la carrera internacional.
El programa "Salvados" de la Sexta emitió no hace mucho unas impactantes imágenes que usted grabó de un asamblea entre los trabajadores de Naval Gijón, una crisis en la que se basó su película "Los lunes al sol"…. Usted ha demostrado siempre ser un cineasta muy conectado con la realidad, ¿no lo ve así?. ¿Cree que sirve de algo para concienciar a los espectadores?
Aquello era parte de la documentación para "Los lunes al sol", que luego utilizó Alejandro Zapico para un documental. Fue una realidad histórica poderosa, muy tremenda. Mi conexión con la realidad es la de cualquiera que esté interesado en informarse, en leer. Mi suerte es luego poder asomarme a eso a través de un guion. Tengo mucha curiosidad por las cosas, y poder asomarte a otras realidades te ayuda a entenderlas mejor. Si eso puede ayudar y servir a alguien… No soy demasiado optimista, es difícil que resulte útil, pero vale la pena buscar historias.
En un momento como el actual, en el que aún arrastramos los efectos de la crisis económica, vivimos una grave crisis de refugiados, Europa está en alerta ante las amenazas del terrorismo… ¿Está tentado en contar algo de lo que está pasando?
Ahora es el momento de que el documental y el periodismo necesitan de una cierta perspectiva, de distancia. Más allá de que te interese un tema te tienes que sentir capaz de contarlo, encontrar una historia y algo que te conecte con ella.
¿Cuáles son, pues, sus proyectos actuales?
Estoy en un momento ocupado, con varias cosas entre manos; es una temporada intensa. Estoy empezando un proyecto nuevo, que está en la fase de guion, sobre el narco Pablo Escobar y también haciendo un proyecto de documental sobre Podemos.
