Hace días que los escaparates de muchas tiendas del centro de la ciudad lucen el cartel de rebajas, mientras que otros ofrecen promociones, descuentos u ofertas. Y también ha quedado algún valiente que se ha mantenido fiel a la tradición y ha aguantado los precios de la presente temporada hasta hoy, día oficial del inicio de las rebajas de invierno.
Aunque éstos últimos han sido realmente pocos. Muchos han sido los comerciantes que a lo largo de esta semana e incluso desde la anterior (el sábado día 2 fue el día de inicio por excelencia) ya ofrecían descuentos. Muchas de estas tiendas han tomado esta decisión arrastradas en gran parte por las grandes franquicias que decidieron establecer ese día como el inicial para las rebajas.
“No me parece bien que las grandes cadenas impulsen esta iniciativa porque luego el pequeño comercio se debe sumar a ella y sale perjudicado. Son días de venta fuerte aún de la campaña de Navidad y hemos tenido que empezar a rebajar nuestros productos”, reclama Núria Anglada de la tienda de ropa Noa.
No obstante, en muchos de los establecimientos del centro histórico de Terrassa afirman que empezaron a hacer las rebajas porque vieron que las tiendas vecinas las estaban anunciando o ya las hacían -aunque fuese en forma de promoción- por lo que se sumaron al carro. Especialmente en moda y complementos, sector en el que muchos comercios -ya sean grandes o pequeños- han apostado por no esperar al tradicional día 7 de enero para empezar las rebajas, una dinámica que arrastra a los comercios vecinos. “En Terrassa funciona así. Las tiendas que son tu competencia directa son las que marcan las acciones”, manifiesta Clara Sánchez, de la tienda de moda Topis.
En este establecimiento empezaron las rebajas el lunes al ver que todos los locales de su alrededor ya las habían comenzado el sábado. “La verdad es que nos cogió por sorpresa -confiesa Sánchez-. No esperábamos que todo el mundo empezase tan pronto y al verlo nos tuvimos que adaptar rápido. Creo que esto nos ha hecho perder dinero, porque la gente va buscando precio. Los clientes tienen un presupuesto marcado, por lo que si hay rebajas puede que compren incluso un poco más de lo que comprarían y se busquen cosas para sí mismos”, apunta la dependienta de Topis.
Con esta afirmación coincide Verónica Trujillo, de Adela Pallop, quien cree que unos precios con promoción provocan que el consumidor adquiera más productos: “La gente si ve rebajas se anima a comprar más, aunque ya tenga los regalos comprados”, apunta. De hecho, así lo confirma Núria Sabé, una egarense que pese a tener todos los regalos comprados, ve en éste avance de rebajas una gran iniciativa porque “aunque en principio lo tenga todo, al final siempre te falta alguna cosa”, confiesa.
También hay establecimientos que han decidido adelantar los descuentos y las promociones para terminar mejor la temporada navideña y cerrar con mejores números. “Aunque he esperado más que las tiendas de mi alrededor -comenta Noemí Gelabert, propietaria de la tienda de zapatos delicados All Feet- al final también he decidido avanzar las rebajas especialmente para mejorar la temporada”. Algo que también han hecho en Adela Palop, que buscan en este inicio de campaña “animar a que los clientes compren de cara a Reyes y así terminar las ventas navideñas con un mejor resultado”, explica su dependienta, Victoria Trujillo.
¿Todos a una?
Una temporada más, lo que queda claro es que la indefinición legal en la que se vive desde hace tres años permite que todo el mundo decida lo que quiere hacer. Un hecho positivo para algunos y muy negativo para otros, que se ven arrastrados aunque no quieran. “Creo que la ley se debería regularizar y ser igual para todos los comercios”, apunta Núria Anglada, de Noa. Y añade: “Nosotros nos vemos obligados a hacer rebajas, aunque de momento del veinte por ciento, porque casi todas las tiendas de nuestro alrededor las hacen. Pero nos perjudica. Creo que esta desregularización perjudica al pequeño comercio”.
Una opinión con la que coinciden muchos propietarios de comercios pequeños pero con la que no está de acuerdo Clara Sánchez, dependienta del comercio de moda Topis, quien cree que “todo el mundo debe poder hacer lo que quiera. De esto trata el libre comercio. Las tiendas deben poder decidir cuando empiezan las rebajas”, apunta.
Una opinión con la que parecen estar de acuerdo los consumidores, quienes creen que el hecho de adelantar las rebajas es una “iniciativa perfecta que puede incentivar más las ventas”, según apunta Gloria Plaza. Quien además añade que “de esta forma yo por ejemplo estoy mirando a ver si compro alguna otra cosa, pese a que en principio ya lo tengo todo”.
Queda bastante patente por tanto que este impass legislativo a quien menos preocupa es al consumidor, que aprovecha las bajadas de los precios para seguir comprando y se muestra encantado de poder ahorrar en la recta final de la campaña navideña.
Las ofertas de momento no son muy destacadas, y los descuentos oscilan entre el 10 y el 30 por ciento en casi todos los estblecimientos. No obstante, también hay aquellos que aprovechan para quitarse de encima aquellos productos que no han conseguido vender a lo largo de la temporada y a los que les ponen precios muy baratos para que tengan salida. De hecho esta es otra de las quejas, especialmente de los consumidores, al llegar las rebajas. “Ahora los productos que te encuentras son buenos y bonitos. Pero cuando empiezan las rebajas, especialmente las segundas, te encuentras con que muchas tiendas sacan cosas de temporadas anteriores que no han podido vender y guardan aquellos productos que sí son de temporada para no tener que rebajarlos. Luego, pasado un tiempo, los sacan como si fuese de nueva colección”, reclama Maribel Pérez.