Terrassa

El presupuesto de 2016 apuesta por la promoción económica

El pleno municipal aprobó ayer en sesión extraordinaria los presupuestos municipales para el ejercicio 2016. La propuesta económica del equipo de gobierno salió adelante con la abstención de los dos principales partidos de la oposición –Terrassa en Comú y ERC-MES–, que lograron incorporar al documento económico un paquete de propuestas de perfil social y económico.
Después de varias semanas de negociación, el ejecutivo de Jordi Ballart logró esquivar la prórroga, mientras los dos partidos rivales cumplían su objetivo de ejercer “no de oposición, sino construyendo alternativas”, apuntó el concejal de TeC Xavier Matilla.

Los presupuestos de 2016 incorporan el compromiso de estudiar la creación de una renta social municipal, una cooperativa de crédito local y la ampliación de la cobertura de la T-Blanca. Asumen la elaboración de un plan integral de intervención en los polígonos industriales y en las calles que vertebran la ciudad, así como un proyecto de economía social cooperativa y la dotación de una partida adicional para la Anella Verda.
Son algunas de las aportaciones de la oposición al presupuesto. Este asume también la propuesta de la CUP de incorporar cláusulas sociales a los concursos públicos.

Buen clima
El teniente de alcalde de Servicios Generales y Buen Gobierno, Alfredo Vega, agradeció ayer la predisposición de los partidos a negociar y elogió su “aportación transformadora, con la que nos sentimos identificados. Han fijado prioridades que compartimos desde el gobierno”, dijo, para recordar que la arquitectura presupuestaria corresponde al bipartito.

En este sentido el socio de gobierno, el convergente Miquel Sàmper, definió los presupuestos como “realistas, con claro acento social, abiertos a la oposición y con una apuesta clara por la promoción económica”, que en 2016 contará con una dotación de 850 mil euros, un 20% más que en pasado ejercicio. “Esta es la huella de CDC en los presupuestos –reivindicó–. Es la primera vez que la promoción económica está dotada de forma tan notable”.

Ayer, el pleno vivió una de sus sesiones más relajadas. El acuerdo entre el gobierno y los principales partidos de la oposición marcó una jornada tranquila y constructiva, en la que tanto Terrassa en Comú como los cuatro concejales de ERC-MES quisieron explicar el sentido de su abstención.

“No son nuestros presupuestos, ni los hemos construido conjuntamente, pero valoramos el esfuerzo del gobierno de considerar nuevos escenarios”, dijo el portavoz republicano Isaac Albert. El político enumeró algunas de las propuestas no aceptadas, como la repriorización de un 10 por ciento del presupuesto o la reserva de algunas partidas para desarrollar futuros acuerdos de pleno. El portavoz de ERC-MES también reclamó un mayor protagonismo del alcalde en las negociaciones más políticas del mandato, como la del presupuesto.

Desde las filas de TeC, Xavier Matilla también quiso dejar claro que “no es nuestro presupuesto, no compartimos su enfoque conceptual”. El político explicó que, más que negociar nuevas partidas económicas, las dos formaciones opositoras han intentado “aportar proyecto e ideas, construir alternativas”. También , dijo, “introducir en el discurso nueva terminología, hablar de ilusión y dejar atrás un debate farragoso”.
El presupuesto se aprobó con los votos en contra del PP, de la CUP y Ciutadans, formación esta que presentó una enmienda a la totalidad que fue rechazada por la mayoría del Consistorio.

La formación naranja se opone al aumento de la presión fiscal porque “aunque es cierto que en Terrassa no es de las más elevadas, el bolsillo del contribuyente es acumulativo. Los catalanes padecemos la presión fiscal más alta de España”.

Javier González, portavoz de C,s criticó el presupuesto de inversiones “escaso, sólo para tapar agujeros, en el que 3 de los 7 millones van a pagar deudas judiciales por expropiaciones”. El político acusó al ejecutivo local de “estar obsesionado por pagar la deuda” y tildó de “pasteleo” el acuerdo con ERC-MES y TeC.
La expresión no gustó. El concejal socialista Alfredo Vega le recordó que la deuda municipal está en el 89%, frente al techo impuesto del 110% y que liquidarla en tiempos de intereses bajos “es una responsabilidad, no una obsesión”. Respecto al acuerdo con la oposición, Vega defendió la alianza “en un pleno de izquierdas, pero diversificado, con un mandato de diálogo que queremos cumplir”.

También el popular Gabriel Turmo defendió sin éxito sus 42 enmiendas al presupuesto, una propuesta “continuista, sin plan de mandato, en el que parece influir más la izquierda que el socio de gobierno”. En realidad, el concejal más veterano vió como el Consistorio tumbaba todas sus propuestas menos una.

Por su parte, la CUP pidió una partida para estudiar la gestión directa del transporte público, pero no logró el apoyo del gobierno, que solo estaba dispuesto a aceptarla si si evaluabam todas las alternativas.
Tampoco prosperaron sus propuestas de un mecanismo estable de procesos participativos, un estudio sobre la discriminación por orientación sexual en la escuela, y un aumento de presupuesto para las políticas de género. “Compartimos su finalidad pero no el origen de los recursos”, respondió Vega, que valoró “el trabajo riguroso”, del equipo de la CUP en la negociación de las cuentas públicas.

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