Terrassa

Terrassa pellizca parte del tercer premio, un cuarto y un quinto

El Sorteo Extraordinario de Navidad de las Loterías y Apuestas del Estado ha sonreído este año a Terrassa con varios premios pero poco dinero. A diferencia de ocasiones anteriores, la ciudad ha pellizcado parte del tercer premio, así como ha repartido algunos décimos de un cuarto y de un quinto premio.

El sorteo de la Lotería Nacional empezó poco después de las nueve de la mañana en el Teatro Real de Madrid. Cuando pasaban nueve minutos de las diez, Zaira Carbajo y Aroa Patricio Vaquero, alumnas del Colegio de San Ildefonso, cantaron el tercero de los quintos premios. El número agraciado era el 43.221 que, dotado con 60 mil euros la serie y con 6 mil euros al décimo, había sido vendido en distintas localidades de Madrid, Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Asturias, Lugo, Badajoz, Baleares, Barcelona, Cáceres, Cádiz, Castellón, Córdoba, La Coruña, Cuenca, Gerona, Guipúzcoa, Huelva, Jaén, Las Palmas, León, Málaga, Murcia, Navarra, Pontevedra, Salamanca, Sevilla, Valencia, Valladolid y Vizcaya.

En dos locales terrassenses
Entre los municipios afortunados, se encontraba Terrassa, donde dos administraciones habían repartido algunos décimos del premio. La ubicada en el Centro Comercial Eroski, en el barrio de Torre-sana, vendió un décimo a través de terminal. El local mixto Llaminadures Ca n’Aurell, situado en el número 130 de la calle de Antoninus Pius, también vendió algunos décimos de este número, “probablemente tres”, explicó su propietaria, Vanessa Martínez. En este negocio familiar en el que se venden chucherías, hay una máquina de lotería en la que suelen comprar algunos vecinos del barrio, por lo que Martínez supone que los afortunados, que a media tarde de ayer aun no se habían personado en la administración, pueden ser vecinos de Ca n’Aurell. La responsable de este comercio explicó a este diario que algunas personas que seguían el sorteo por la tele o la radio le avisaron de que había vendido parte de un quinto premio. La administración no había despachado nunca un premio de la Lotería Nacional, aunque “hace cinco años repartimos 1.000.300 euros con la Primitiva”.

Pero la suerte de Terrassa no terminó aquí. Cuando faltaban poco menos de quince minutos para la una, salía en Madrid el segundo cuarto premio de la Lotería de Navidad. Se lo llevaba el 71.119, dotado con 200 mil euros a la serie y 20 mil al décimo. En la administración de la Plaça del Triomf corría el cava. Habían vendido una serie entera del número por ventanilla y lo celebraban con bebida y música. Además, la administración número 23 de Terrassa, ubicada en el Eroski, volvía a tener fortuna. Había repartido algunos décimos de este premio por terminal. “No sé cuántos décimos hemos vendido pero supongo que ha sido sólo uno. No ha venido nadie diciendo que era uno de los agraciados pero seguramente son vecinos del barrio”, comentaba Pietat Antequera, propietaria del establecimiento conocido con el nombre de La Bona Sort. La responsable recordaba que en 2009 repartieron íntegramente el primer premio de la Lotería del Niño y que en 2014 vendieron diez décimos del segundo premio de este sorteo. Además, en 2013 repartieron también un décimo del quinto premio de la Lotería de Navidad. Entonces, los agraciados fueron un matrimonio del barrio que había escogido el número 5.721 porqué la mujer había soñado con él.

Y llegó el tercer premio
Cuando ya eran pocas las esperanzas de que un premio de mayor envergadura cayera en la ciudad, llegó el tercer premio, el más perezoso de los grandes. Pasaban once minutos de la una cuando salía el 5.163 y los niños Juan Ismael Acosta y Josué Ariel Guamán repartían la suerte en localidades de media España; entre ellas, Terrassa. Y es que en la administración número 22, ubicada en la Avenida de Béjar, se vendió algún décimo de este número, dotado con 500 mil euros a la serie y 50 mil euros por décimo premiado. Como en la mayoría de los casos egarenses, este número se vendió por terminal en Can Roca, por lo que aun no se sabe cuántos han sido los décimos expendidos en el local que regenta Agustín Zuera. “Sabe mal porque no sabemos si ha tocado a mucha o a poca gente pero siempre es bueno repartir algún premio en Terrassa, que es una ciudad muy grande y con poca suerte”, decía Zuera, que lo celebró junto con sus compañeros y algunos vecinos descorchando una botella de cava ya que el último premio que pudo haber repartido su administración fue hace doce años y no se vendió.

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