Lo realmente importante es la salud. Eso es lo que debieron pensar ayer los vallesanos al ver cómo la suerte pasaba de largo en el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad. Ni uno de los trece premios del sorteo (desde el Gordo, vendido íntegramente en Roquetas, hasta los nueve quintos premios) se dejó caer por las poblaciones de la demarcación de Terrassa. Ahora toca mirar detenidamente las pedreas, aproximaciones y devoluciones y echar cuentas para saber si, al menos, se ha recuperado toda o parte de la inversión realizada en la Lotería de Navidad de este año. Y eso sí, siempre nos quedará primero la Grossa de Cap d’Any (día 31) y después “El Niño” (6 de enero), las últimas esperanzas para ver si esta vez… toca!
Ni el hecho de que este año se haya jugado más dinero -una tendencia que ya se inició en el anterior-, ni las velas puestas a San Pancracio -el santo de los afligidos por la pobreza, de la fortuna y de los juegos de azar- han servido de nada. La caprichosa suerte ha pasado de largo por la comarca, como también lo ha hecho por Catalunya, que únicamente ha recogido algunos pellizcos del segundo, tercero y quinto premio, recuperando en su conjunto solo el 12% de los más de 383 millones de euros que los catalanes jugaron ayer en este sorteo extraordinario.
No sirve de consuelo, es verdad, pero hay que recordar que en el sorteo de la Lotería de Navidad del año pasado no le fue tan mal a la comarca. O para ser más concretos, a Sant Cugat, donde se repartieron 1,2 millones de euros de un quinto premio. La que trajo la suerte al municipio fue la administración de lotería número 1 de Sant Cugat, en la calle Pous, cerca de la estación de FGC, al vender veinte series del número 74.012, premiado con un quinto premio. Ese mismo número también se repartió en otras poblaciones como Mollerussa, Sort e Igualada.
El año pasado, la Lotería de Navidad dejó 1,2 millones en Sant Cugat con un quinto premio