Qué treta usarían, cómo se acercarían, para acabar robándole los quinientos euros que había sacado del banco muy poco antes. La víctima fue una joven de 30 años, de origen boliviano, a la que abordaron el jueves dos mujeres en el Portal de Sant Roc, en el Centre, a media mañana.
Cierto es que son las personas mayores los objetivos primordiales de los rateros prestos a los asaltos en la vía pública a quienes salen de un banco de sacar dinero, y que por eso tal colectivo acostumbra ser destinatario de las campañas de consejos de la policía. Pero a veces las características de la víctima no responden al perfil amasado por la experiencia policial. Fue el caso de una joven boliviana de 30 años. Ella entró en una entidad bancaria del Portal de Sant Roc el jueves, poco antes de las once de la mañana, para extraer dinero que, según la información que ha trascendido, introdujo en un sobre. Quinientos euros. Guardó el sobre y salió del banco.
Le desaparece el sobre
Anduvo unos metros, apenas dio unos pasos, y alguien la paró, con tan buenas maneras como aviesas intenciones. Dos mujeres se dirigieron a ella, le hablaron, seguramente llegaron a tocarla o a palparle las ropas. Y se marcharon. Cuando quiso darse cuenta, la víctima no llevaba el sobre con los quinientos euros. Le había volado, como habían volado las victimarias.
Las sospechosas eran, según la testigo, de origen hispanoamericano, como ella, y tenían unos 40 años. Una iba tocada con un gorro de lana. La otra, ataviada con un chaquetón. Poco más se conoce sobre las descuideras. Justo una semana antes otra joven, de 35 años, fue asaltada por dos tipos cuando sacaba dinero de un cajero en la calle de Sicília, en Roc Blanc. En esa ocación el procedimiento fue más burdo, violento. Los delincuentes propinaron un empujón a la chica y huyeron con el dinero, trescientos euros.