La cuarta edición del encuentro de aficionados a las construcciones de Lego, celebrada en el Museu nacional de la Ciència i la Tècnica (mNACTEC), el fin de semana, ha confirmado la pasión y la curiosidad que existe para con este juego danés. Un total de 8.860 personas de Terrassa y de otros puntos de Catalunya acudieron al museo para participar de las actividades, una cifra que ha superado la del año pasado (unos ocho mil) por lo que va camino de batir récords. El alto número de visitantes provocó que, en algunas horas punta, hacia el mediodía del sábado y domingo, el museo tuviera que reordenar la entrada por lo que se registraron largas colas en la Rambla d’Ègara.
El evento, organizado por HispaBrick Magazine en colaboración con el mNACTEC, permitió acercarse al universo de las construcciones Lego a través de exhibición de maquetas y dioramas de diversas temáticas construidas con estas piezas de colores, así como participar en talleres de construcciones creativas y de iniciación a la robótica y en un juego de pistas en el que había que buscar figuras de Lego gigantes escondidas en el recinto del museo.
Realidad y ciencia-ficción
La gran exposición presentó maquetas inspiradas en Star Wars, como la batalla de Hoth y Hangar Imperial, reproducciones de ciudades modernas y antiguas, así como un gran muestra de vehículos militares y una específica del circuito de Catalunya y también “castells”. Miles y miles de piezas enlazadas y configurando paisajes reales y de ciencia -ficción que la organización prepara con días de antelación para el disfrute del público. “Llevamos tiempo realizando estas construcciones. Los miembros de la revista nos repartimos el trabajo y lo hacemos en casa. Y después el día del evento encajamos los dioramas que ha hecho cada uno.”, explicó José Manuel Ruiz, de HispaBrick, un ingeniero industrial de 37 años que se aficionó al Lego en Alemania, país en el que vivió un tiempo y en el que este tipo de juego goza de muchos seguidores. Para José Manuel la clave está en que “es muy entretenido, fomenta la imaginación y es muy vistoso”.
Propiedades que también subrayaron los participantes a esta convención de Legomanía. Rubén Cid, que acudió con su hija Aroa y una amiga de ella, Desiree, explicó que “somos unos grandes aficionados porque es un tipo de juego que reúne muchas habilidades y que puedes compartir en familia”. Juan Antonio Mesa, padre de Edgar y Dunia, así lo corroboraba. “Es un mundo muy atractivo y más creativo que jugar a la Play Station o ver la televisión”. Toni Canalís, padre de Martí y Biel, también coincidió en señalar que “es una grata sorpresa ver lo qué se puede llegar a construir con estas piezas. He quedado encantado con las maquetas de ‘Star Wars”, manifestó.