El Centre Cultural Terrassa inauguró el sábado sus reformas con una gran fiesta que culminó con un espectacular piromusical , ideado por el artista Tom Carr, que expone en el centro, y una brillante representación de “Giselle” a cargo del Ballet del Teatro del Bolshoi de Bielorrusia. El piromusical convocó a más de dos mil personas, entre asistentes a los actos y curiosos que en este momento, antes de la nueve de la noche, se vieron sorprendidos por el castillo de fuegos y la música de Leonard Bernstein.
El piromusical y “Giselle” pusieron el broche de oro a un programa festivo repleto de actividades para el público en general donde la danza, la plástica y la música se aliaron y fueron protagonistas. En paralelo se celebró el acto más institucional que fue presidido por el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, el alcalde Jordi Ballart y el presidente de la Fundació Antiga Caixa Terrassa, Ignasi Cusidó, y que reunió a más de 150 personas en representación de la vida política, cultural, social y económica de la ciudad.
El conseller Mascarell felicitó al Centre Cultural por su “aportación relevante a la cultura” y elogió su nivel de calidad “extraordinario”. En la misma línea, el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, resaltó el “espíritu emprendedor del Centre Cultural” y se mostró satisfecho porque, junto con el mNACTEC, “son motores clave para dar nueva vida a la Rambla”.
Un legado de valor
Por su parte, el presidente de la fundación, Ignasi Cusidó, puso en valor el legado aportado por el Centre Cultural, desde su creación en 1980, en cultura, formación y obra social. Cusidó, que agradeció la colaboración de instituciones, entidades y del BBVA, detalló el proyecto de reforma por el cual se han liberado 650 metros cuadrados -ya están alquilados indicó- y se han desplazado las oficinas y el aula magna a la planta baja y se ha incorporado una nueva cafetería-restaurante con acceso y vistas a la Rambla. El presidente de la fundació subrayó también que el Centre Cultural cierra este 2015 con un balance muy positivo puesto que se han incrementado los espectadores, especialmente los de la temporada de danza (4.600 personas) y que la mayoría de funciones han colgado el cartel de localidades agotadas. Al respecto, Cusidó hizo un llamamiento para que “Terrassa incorpore la danza como elemento distintivo de proyección al igual que el jazz, el hockey y Minyons”. Tras los parlamentos, que fueron conducidos por el periodista Antoni Bassas, los asistentes al acto oficial tuvieron el privilegio de conocer la obra expuesta de Torres-García en la cúpula del vestíbulo de la mano de la catedrática de Historia, Mireia Freixa, y del artista Romà Vallès, por su comisionado Joan Gil. A continuación, los representantes visitaron el nuevo espacio de restauración, que lideran las firmas Ristol y La Terrassa del Museu, y se desplazaron hasta el exterior para presenciar el espectáculo piromusical de Tom Carr. El programa inaugural arrancó a primera hora de la tarde con master- class impartida por primeras figuras del Ballet del Teatro del Boshoi de Bieolorrusia para alumnos de escuelas de ballet. Simultáneamente, hacia las seis, la compañía de danza Big Bouncers presentó su “perfomance” de interactuación con la obra del artista Tom Carr. Y, finalmente, con entrada previa se ofreció la representación de “Giselle”. Los asistentes al espectáculo del Boshoi fueron obsequiados con el calendario del nuevo año, con fotografías de la danza que se verá en 2016, y una copa de cava.