>No siempre los ladrones despliegan la martingala consabida de engaño para engatusar a sus víctimas con preguntas, o pidiendo firmas para esta asociación o aquella, o simulando que ayudan a los asaltados a limpiarse una mancha. A veces actúan a las bravas, como hicieron el jueves en Roc Blanc dos delincuentes que asaltaron a una mujer cuando estaba retirando dinero de un cajero automático. El hecho delictivo ocurrió a las diez de la mañana en la calle de Sicília y tuvo como víctima a una mujer de 35 años, perfil poco frecuente en este tipo de actuaciones de los malhechores en la vía pública; los rateros, en estos casos, prefieren a personas de edad avanzada, por lo general más vulnerables. La chica abordada en la calle de Sicília realizaba un reintegro en un cajero automático situado en el exterior de una entidad bancaria. Dos malhechores que merodeaban por la zona se aproximaron a quien habían escogido como objetivo eventual. No aguardaron a otro. Esperaron a que la mujer acabase su operación para hacerse con el dinero y, cuando se terció, actuaron. En esta ocasión no marearon a la víctima con ardides varios, según parece, sino que la atacaron. Según la información que ha trascendido, propinaron a la chica un empujón en el momento oportuno, cuando el dinero ya había sido expedido por el cajero. La apartaron, se apoderaron de la pasta, unos trescientos euros, y huyeron. Se escabulleron rápido. La Policía Municipal y los Mossos d’Esquadra fueron informados del robo y acudieron a la zona, pero no hay constancia de que diesen con los delincuentes en la batida que llevaron a cabo por Roc Blanc y otros sectores. Lo más probable es que un tercer sujeto permaneciese no muy lejos en un automóvil con el que los maleantes se dieron a la fuga. De los autores materiales del robo sólo ha trascendido que eran dos tipos altos, corpulentos, posiblemente originarios de Europa del este.