Joan Gaya es, desde el pasado mes de octubre, la persona encargada de recopilar la información necesaria para la liquidación de la concesión del servicio de suministro de agua en Terrassa, prevista en diciembre de 2016, y para la definición del futuro modelo de gestión. Reconocido experto en el sector del agua y defensor del control público de la gestión, su nombramiento ha sido recurrido por la concesionaria Mina, que lo acusa de extralimitarse en sus funciones y falta de imparcialidad.
¿Qué le parece que la concesionaria haya cuestionado su idoneidad como Comisionado del Agua?
No tengo nada que decir. Soy un trabajador municipal y hago mi trabajo con la esperanza de contribuir al proceso de manera satisfactoria para todas las partes. Respecto al recurso, el Ayuntamiento resolverá lo que crea más oportuno.
¿Lo esperaba?
Reconozco que no. Pero las cosas son como son.
Después del recurso, ¿se han resentido las negociaciones entre usted y Mina?
Doy fe de que el anuncio de Josep Lluis Armenter (director general de Mina) en el sentido de que no se resentirían, se ha cumplido. La transferencia de información se ha acelerado de manera positiva y no tengo nada más que añadir.
¿Por qué cree que la información no llegaba?
Lo desconozco. Yo he venido a contribuir a resolver el problema mirando al futuro. Saber del pasado me sirve para conocer dónde estamos, no para rascar. He explicado que durante los primeros 60 años de la concesión Mina gestionó sin rendir cuentas, y que desde 2011 ha sido diferente. El Consistorio también quiere pasar página y hacer las cosas de otra manera.
Usted es un defensor de la gestión pública. ¿Apuesta por ese modelo para Terrassa?
Hay un modelo más interesante con el que intento trabajar en la ciudad. Cualquier opción requiere que el titular del servicio sea consciente de que es él quien debe gobernarlo y tomar las grandes decisiones estratégicas. Y el gestor, sea público, privado o mixto, debe limitarse a gestionar. En el fondo el modelo es muy opinable, pero hay un principio irrenunciable. Si una administración tiene un catálogo de competencias que implica servicios, esa administración debe estar en condiciones de gobernarlos.
Insisto. ¿El Ayuntamiento de Terrassa está en condiciones de gestionar el servicio del agua?
Lo estará. Hace años que se prepara y lo que está pasando dinamiza esta capacidad.
Un informe jurídico encargado por Mina propone renovar la actual concesión y cuestiona la capacidad municipal para gestionar.
Eso es opinable. Yo he visto maravillas en el ámbito municipal.
Usted sostiene que privatizar implica encarecer el recibo.
Yo lo que defiendo es que si gestiona un privado, aparte de los costes habituales del servicio, aparece el concepto extra del beneficio. Es cierto que en algunos contextos se puede decir que, aunque a priori la gestión pública no tiene beneficios, si no hay una buena gestión los costes son mayores. Este es un debate eterno… Yo pienso que entre la buena gestión pública y la buena gestión privada, es mejor la pública. Estadísticamente los ayuntamientos que gestionan directamente están muy encima de esa gestión, mientras que los que no, acaban dejándolo en manos del gestor.
…De todos modos yo no he venido a decidir nada, ni siquiera a proponer. Es algo que corresponde a la ciudadanía a través de los mecanismos que se articulen. Ya le digo de antemano que no me gustaría estar en la piel del alcalde.
Pero su apuesta es la gestión pública. Usted no es neutral.
De entrada yo no apuesto nunca, eso lo dejo para los casinos. Yo hablo de opciones, lo que implica tomar una decisión motivada. Pero insisto, en este proceso no decido y ni siquiera propongo…
¿La consulta popular es viable? ¿Habrá tiempo y medios para informar a la ciudadanía y que ésta pueda pronunciarse con todas las garantías?
No lo veo imposible. Pero yo soy de la vieja escuela y creo que hay que cumplir algunos requisitos. Quien tiene la capacidad y la obligación de tomar decisiones es el Consistorio. A partir de aquí, me parece excelente que la ciudadanía se pueda manifestar. Sea cual sea el diseño de participación que se adopte, intentaré alimentarlo y dotarlo de criterio para que las partes se entiendan y reduciendo la conflictividad al mínimo.
¿Puede darse el caso de que el gobierno municipal acabe decidiendo el modelo de gestión del agua no en base a criterios políticos, sino condicionado por su incapacidad económica para asumir la gestión directa?
Los convenios firmados fijan que la tendencia es a una reversión a coste cero. Y en caso de que no sea así, cuando queda una deuda residual es el nuevo gestor quien la asume y la liquida de una vez o de forma prorrogada a través de las tarifas. No conozco ningún caso en que la cuestión económica condicione una decisión como esta.
¿Hay algo que quisiera decir?
Pues si. Que mi despacho está abierto a todo aquel que quiera aportar información que pueda ser útil para mi trabajo. Ya he recibido a muchos y no me pregunte nombres, porque guardo el anonimato.
Pues diga si las Informaciones fueron reveladoras ¿Puede detallarlas?
No, ni siquiera daré una pista. Me veo en el despacho, tomando un café..