En el término municipal de Terrassa se contabilizan 39 gasolineras, según datos del Ayuntamiento. La mayoría, con la excepción de las denominadas de bajo coste o "low cost", tienen tiendas de conveniencia. Éstas constituyen uno de los formatos comerciales más consolidados, basados en la aplicación de servicios no ligados al precio y el surtido de productos situados al alcance del usario.
La mayor disponibilidad de horarios y la cercanía han promovido que un creciente volumen de consumidores acudan a estos espacios para efectuar "compras por impulso o de reposición de productos", según la denominación de un estudio de la Universidad de Alicante.
El crecimiento de las tiendas de conveniencia ha encontrado apoyo en una serie de cambios que han dado lugar a nuevos hábitos de vida, de trabajo y, por supuesto, de consumo, aunque el mayor empleo del vehículo privado como herramienta de trabajo y de ocio facilita que el consumidor realice "un uso más extensivo del territorio".
Cadenas de supermercados
Este tipo de tiendas, apunta el observatorio sectorial DBK, llegaron a facturar en España durante el año 2014 la cantidad de 1.015 millones de euros. Hoy son un canal de ventas orientado al segmento de consumidores que anteponen la conveniencia de sus compras, sea tanto en tiempo como en localización, a otros elementos más tradicionales, como el precio o una amplia oferta de productos.
Estos establecimientos brindan los productos de una compra básica: desde alimentación (sobre todo, pan y bebidas frescas) a artículos de automoción y prensa. Sus dimensiones han ido evolucionando, en función de la demanda. Un caso excepcional en Terrassa es el de la gasolinera Q8, cuya tienda ha adquirido grandes proporciones hasta convertirse en un auténtico supermercado de referencia.
En un inicio, las tiendas emplazadas en gasolineras pertenecían generalmente a la propiedad o, en su caso, a la marca de combustible dispensada. Recientemente ha surgido una novedad. Se trata de los convenios entre petroleras y cadenas de supermercados, a fin de que éstas gestionen dichas tiendas. Un síntoma de la rentabilidad de estas ubicaciones comerciales. Entre otros están los acuerdos para que Cepsa instale tiendas Carrefour en 500 gasolineras o el del Grupo Miquel destinado a implantar su enseña Spar en las 600 de Galp.