Ayuntamiento y Serveis Territorials de Ensenyament han celebrado una primera reunión para planificar el nuevo curso 2016-17 en el que se prevé que la demanda de párvulos de 3 años (P3) caiga por encima de las trescientas plazas debido al descenso de la natalidad. El objetivo de ambas administraciones, según han explicado, es minimizar el impacto que tendrá este descenso en la escuela pública (la concertada depende de su preinscripción) por lo que se intentará reducir el número de grupos de P3 a suprimir.
El nuevo escenario al que se enfrenta el sector educativo es el siguiente: en la hipótesis de que se formalice esta caída de 300 plazas, hay que cerrar doce grupos de P3 (cada grupo tiene 25 alumnos) pero la intención es que sean seis como máximo (la mitad). Las dos administraciones abogan también para que este recorte de 150 plazas se haga de forma equilibrada y equitativa de manera que las escuelas afectadas pasen de tres a dos líneas o de dos a una pero que, en ningún caso, implique el cierre de un centro por completo.
Esta es, al menos, la voluntad expresada por el director de Serveis Territorials de Ensenyament, Lluís Baulenas y la concejal de Educación, Rosa Maria Ribera.
Mismo número de centros
Baulenas ha explicado que el propósito es reequilibrar la oferta y la demanda para que una escuela no se vea más afectada que otra. “Nos espera una labor muy minuciosa porque la caída de alumnado de P3 es profunda pero queremos que la afectación sea la mínima posible”. Baulenas añadió que esta reducción de la demanda afectará unas zonas más que a otras y que las dos y tres son las delicadas.
El director de Serveis Territorials aseguró que la supresión será de líneas pero no de colegios. “El cierre de escuelas no está sobre la mesa -dijo- porque no sabemos que puede pasar a medio plazo. De momento, los datos indican una estabilidad de la demanda en P3 para el curso siguiente, en el curso 2017-18, pero hay que esperar”. Y es que Terrassa, según Baulenas, tiene un comportamiento atípico con respecto a su entorno. “En Terrassa se producen aumentos y caídas de golpe. No son progresivas como sucede por, ejemplo, en Sabadell. Es por ello que debemos aplicar el ‘seny’ pedagógico tal como dice la consellera Irene Rigau”.
La concejalía de Educación, por su parte, se ha felicitado porque la primera toma de contacto con Serveis Territorials va por buen camino. Al respecto, la concejal Rosa Maria Ribera ha explicado que “estamos contentos por la búsqueda de consenso de Ensenyament y también porque las propuestas que hemos puesto sobre la mesa se han considerado”. Ribera se refirió a que “hemos planteado que el cierre de líneas sea como máximo de seis -un número que nos parece razonable- y que sea repartido y que no provoque el cierre de ninguna escuela”.
Para la concejalía estas tres demandas son prioritarias pero también hay otras como la reducción de ratios. En este sentido, la concejal de Educación señaló que “estecierre de líneas debe permitir una reducción de ratios de alumnado , especialmente en aquellos centros donde hay mucha diversidad con el fin de que está se pueda atender mejor”.
Tres años atrás
El escenario de oferta y demanda educativa que se abre en el curso 2016-17 no es nuevo. La ciudad vivió una situación similar hace tres años, en el curso 2013-14, también por efectos de la natalidad el año 2010. En aquella ocasión, recordó Baulenas, la demanda de P3 cayó en unos 220 alumnos por lo que también hubo que eliminar grupos de este nivel, en concreto siete, pero la decisión fue más dolorosa porque desapareció una escuela. Fue la Escola Can Montllor que se había abierto de forma provisional en el antiguo parvulario de la Escola Joan Marquès Casals. El cierre, tras tres años de actividad lectiva, fue muy polémico. Registró una fuerte oposición de los padres, los cuales protagonizaron manifestaciones, encierros e incluso una protesta ante la segunda residencia de la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, en el pueblo de montaña de Ribes de Freser.
Además del cierre de Can Montllor, la caída de natalidad supuso también la reducción de grupos de P3 en el plazo de preinscripción en las escuelas públicas Agustí Bartra, La Nova Electra, La Roda, Joan Marquès Casals, Pau Vila, Ramon y Cajal.
Pero el impacto en aquel momento no se notó tanto (sí en la Escola Can Montllor por las protestas reiteradas del Ampa apoyadas por el Ayuntamiento) porque muchos de los centros que redujeron plazas de entrada a párvulos estaban con grupos y ratios incrementadas porque aún arrastraban el efecto contrario, el del incremento de la demanda.
Así, algunos de los centros citados volvieron a las dos líneas de P3, dando entrada a 50 alumnos, la capacidad de ingreso por la que fueron creadas. Tras aquel 2013-14 llegó un nuevo periodo de estabilización hasta el próximo 2016-17. Significar que desde 2013 la demanda ha ido diminuyendo de forma progresiva y que la oferta se ha ido ajustando por igual. Anotar aquí que la Escola Marià Galí de Can Boada ha comenzado este curso con una línea en lugar de las dos que tenía hasta ahora. Fue en la preinscripción cuando Ensenyament redujo la oferta de 50 a 25 plazas alegando poca demanda.