El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, se reunió con la junta de Cecot para recoger propuestas e impresiones de cara a su programa electoral. En esta nueva etapa, el exconseller afronta retos como defender el independentismo o el proceso de investidura de Artur Mas.
Durante la Nit de l’Empresari, el President Mas agradeció a la patronal Cecot que se "haya mojado" en referencia al apoyo de la patronal al derecho a decidir.
Una de las virtudes que creo que tiene la Cecot, y que trasciende Terrassa, es que sabe sintonizar bien con el sentir mayoritario que hay en Catalunya. Y que se haya implicado y haya defendido el derecho a decidir me parece lo más lógico del mundo porque es una patronal con un gran compromiso democrático.
¿Cree que habrá investidura?
Yo aspiro a que haya investidura. Y me parece que de una manera u otra se llegará a un acuerdo porque la exigencia de la sociedad catalana es tan grande que estamos todos implicados.
¿Están dispuestos a hacer más concesiones?
No me gusta situar las cosas en términos de concesiones de unos u otros, sino de identificar que es aquello que hacemos todos y que posibilite un acuerdo. Es cuestión de mirar si la botella está medio vacía o medio llena, y como yo soy optimista y positivo quiero presentar las cosas en la parte medio llena. Evidentemente en una negociación debe haber concesiones pero eso también quiere decir que se ha llegado a acuerdos para hacer cosas relevantes. En este sentido subrayo esto último, y me gustará poder explicar cuando llegue el caso aquellas cosas que justifican el acuerdo, en el sentido no de las concesiones sino de lo que se ha hecho.
¿Qué repercusión tiene todo este proceso sobre el soberanismo?
Dependerá del desenlace. Pero no es la primera vez que la política catalana vive un proceso de negociación de estas características. En este caso es la investidura, pero hace un tiempo era la confección de una lista de vocación unitaria, unos meses atrás era para hacer posible el 9N, y aún más tiempo atrás era la pregunta y la fecha del referéndum. Pero al final siempre se llega a un acuerdo. Y quisiera añadir que es importante que haya acuerdo, pero la fuerza del proceso (independentista) es tan grande, que en la hipótesis de que ahora no lo hubiese, esto no dejaría tocado el proceso, porque la mayoría la tenemos y se debe seguir adelante.
¿Qué papel juega la ocupación y la mejora de la economía en su campaña?
Es un aspecto completamente preferente. Todo lo que nos proponemos hacer, independencia incluida, solo se explica si está al servicio de los grandes problemas y los grandes retos que tenemos. Estamos comprometidos con la creación de empleo y que la gente que quiera trabajar pueda trabajar. Y que además se haga con unas condiciones dignas. Los que pagaron las consecuencias cuando estalló la crisis ahora deberían ser los primeros en tener los beneficios. Es decir, no puede ser que los que pagaron las consecuencias de la crisis, que básicamente fue la gente trabajadora y las pequeñas y medianas empresas, ahora sean los últimos en notar los efectos. Y lo digo por los bancos y las grandes corporaciones empresariales.
¿Y las acciones por dónde pasarían?
Las acciones pasan, si uno es coherente, por unas medidas a nivel fiscal que sean más facilitadoras para la contratación de trabajadores y para las pymes. Otro reto que tenemos es que no puede ser que la Hacienda publica se dedique a perseguir a pequeños empresarios y a autónomos. Porque aquí hay la sensación -y de hecho la realidad- de que a las grandes empresas y a los que viven en el mercado negro se les deja bastante al margen, cuando deberían ser los más perseguidos. Finalmente también situaría un cambio cualitativo en el salario mínimo interprofesional como mínimo de mil euros.
¿Cuál sería el papel de Democràcia i Llibertat en el Congreso?
Principalmente ser coherentes con la declaración que votó el Parlament en que dice en su punto número nueve que se debe ir a negociar la independencia a Europa pero también en España. Y precisamente por eso, también defender los intereses de los ciudadanos y las empresas de Catalunya.
Quieren por tanto ir a Madrid a negociar la independencia. Pero lo harán ante un Congreso que no ha aceptado el referéndum o el pacto fiscal.
Nosotros hemos ido avanzando y nunca habíamos ido tan lejos en la defensa del autogobierno. Y lo hemos hecho con una actitud dialogante y de voluntad de negociación. Y si resulta que ellos no tienen ninguna voluntad de dialogo, como hasta ahora, nosotros no dejaremos de hacer el camino que nos hemos marcado. Pongo un ejemplo. Hace tres años había una mayoría en el Parlament a favor del derecho a decidir. Fuimos a Madrid a proponerles poder ejercer de mutuo acuerdo este derecho, nos dijeron que no y lo hicimos igualmente. Pero creo que el orden debe ser éste. Primero plantear hacer las cosas de manera acordada y si no hay acuerdo,propondremos hacerlo igualmente. Pero esta es la manera que nos permite agrandar la base de los favorables a la independencia.
¿Cree que las elecciones del 20-D pueden condicionar el proceso?
No hay nada que sea neutro. Quiero dejar claro que el plebiscito ya lo hemos hecho pero es evidente que la mayoría soberanista que hay en Catalunya debe tener un cierto reflejo en el 20 de diciembre. Estamos tranquilos de que en cada votación lo demostraremos.