Aunque no hiciese falta, porque no constaba en los archivos de Tráfico, ella misma lo confesó a los agentes que habían parado el coche: conducía sin carné; en realidad, estaba haciendo prácticas nocturnas. La pillaron unos policías municipales el domingo en el aparcamiento de un centro comercial.
Una dotación policial patrullaba por la avenida del Vallès. A las 4.15 de la madrugada hizo detenerse un coche que le infundió sospechas. Iban en el vehículo la conductora y cuatro ocupantes.
Comenzaron las preguntas. Los guardias pidieron a la mujer la documentación, el carné.
No tenía permiso. No tiene. En aquellos momentos, cuando la policía la había parado, estaba realizando prácticas. Fue imputada por un delito contra la seguridad del tráfico, y del vehículo se hizo cargo allí mismo su titular.