La alarma saltó en su teléfono móvil: algún intruso había entrado en su domicilio, en el barrio de La Cogullada. En efecto, unos ladrones habían asaltado la vivienda, pero huyeron, al parecer, al percibir la activación del sistema de seguridad y sin robar nada. Una cámara grabó, al menos, a un tipo.
El robo con fuerza fue perpetrado el martes, poco antes de la una de la madrugada, en la calle del Pintor Torras. La víctima lo supo a las 12.50, cuando le llegó a su dispositivo móvil la señal de un allanamiento en su domicilio. Se puso en contacto con la Policía Municipal, y unos agentes se dirigieron de inmediato al lugar indicado por el perjudicado. Tan bien habían ejecutado los malhechores el forzamiento, parece que por el método del "bumping", que no había señales externas de nada. Los delincuentes expertos en estos robos introducen una llave maestra en la cerradura y la golpean ligeramente hasta hacerla saltar.
Pero los ladrones sí habían entrado. El propietario de la vivienda se cercioró de ello cuando la empresa de seguridad que tiene contratada le remitió imágenes del sistema de grabación; y en esas imágenes se podía visionar, cuando menos, a un intruso que no permaneció mucho tiempo en la casa: echó a correr en cuanto oyó el pitido de la alarma, que, al parecer, se activó con unos segundos de retardo.
El miércoles al mediodía los moradores de una casa encontraron tirada en el suelo la cerradura de la puerta de entrada, que quedó bloqueada. Ocurrió en la calle de Frederic Mompou, en Sant Pere Nord. Los asaltantes, en principio, usaron el método del "pico de loro", cortando la cerradura con unas tenazas. Otro hecho delictivo similar fue cometido el lunes en un piso de la carretera de Montcada.
Ese mismo día unos desconocidos forzaron un garaje en la calle de Antoni Torrella (Ca n’Aurell), y sustrajeron garrafas de aceite, maletas y una bicicleta. Los Mossos d’Esquadra de Terrassa investigan todos estos asaltos.