"Fue un día especial, festivo, emotivo", cuenta Teresa Moreno, ex alumna de la Escola Joan XXIII de les Arenes y madre de una alumna de primaria tras asistir al acto central conmemorativo de los 50 años del colegio. Las palabras que expresaba Teresa (entrevistada por este diario con motivo del reportaje sobre el centro publicado el sábado) fueron compartidas por miembros del equipo docente y , a buen seguro, por las más de 700 personas que acudieron para participar de las actividades organizadas.
El programa de aniversario arrancó el sábado por la mañana con los parlamentos institucionales a cargo de Àngel Copete, ex director durante más de treinta años; Pablo Gómez, en representación de la asociación de vecinos del barrio, Carme Vigués, directora adjunta de Serveis Territorials d’Ensenyament del Vallès Occidental y Jordi Ballart, alcalde de Terrassa.
El acto más formal, conducido por el actual director Jordi Garcia, registró un momento muy especial que fue cuando se dio lectura a una carta del padre escolapio Ferran Sans, ex maestro del centro y que vive en Senegal donde creó la escuela solidaria Sam Sam de Dakar. No fue el único. Muchos ex alumnos y ex maestros también vivieron sensaciones especiales en su reencuentro. con el colegio y el barrio. La mayoría de ellos recorrieron todas las instalaciones y a su paso recordaron anécdotas y vivencias del pasado mientras observaban los cambios que el edificio ha ido experimentado hasta hoy.
Exposiciones
Tras la visita, muchos fueron los asistentes que participaron en las numerosas actividades que había preparado toda la comunidad con entusiasmo. Así, se pudo ver un vídeo conmemorativo y visitar una exposición retrospectiva con imágenes relevantes que han marcado la historia del colegio Joan XXIII. Junto a este material, otro que permanecía a buen recaudo en archivos y que ahora, gracias al aniversario, ha tomado protagonismo y visibilidad como revistas y libros antiguos, material cinematográfico (esta escuela fue pionera en impulsar talleres del séptimo arte), proyectos de pretecnología, puntos de libro y un largo etcétera.
El acto también dejó huella en el gran patio donde se plantó un árbol que ocupó el hueco vacío de otro que se llevó la trágica ventada del año pasado. Y el mismo patio fue también espacio lúdico para las actuaciones del Diables de Sant Llorenç, del grupo de rumba Er Taqueta y del animador infantil Locoficlown. La fiesta, que finalizó hacia el mediodía con un almuerzo informal, fue un éxito. Hubo un ambiente muy cálido y familiar, valoró satisfecho el director Jordi Garcia. El programa conmemorativo aún se reserva varios actos durante el curso, como actividades solidarias, unas jornadas artísticas, sesiones de cine y encuentros de ex alumnos y ex maestros y salidas.