Chico conoce a chica, se enamoran al momento, se van a vivir juntos. Los primeros meses todo funciona sobre ruedas pero después ya no. La pareja cae en la rutina. Ya no hay prisa por llegar a casa porque no hay ningún aliciente. El amor se ha ido marchitando y cualquier excusa es buena para entrar en una espiral de reproches. Se separan.
La historia, común, es la base argumental de la obra "73 raons per deixar-te" que, con libreto de Guillem Clua y música del terrassense Jordi Cornudella, se presentó el domingo en el Teatre Principal. La comedia, en formato músical, gustó a tenor de los aplausos que dedicó el público, no sólo al final de la representación sino también después de algunas interpretaciones que brindaron en solitario Mercè Martínez, Mone Teruel y Abel Folk.
La comedia empieza, precisamente, cuando la joven pareja formada por Mercè y Toni rompen tras unos tres años de vivir juntos. Cada uno de ellos o los dos a la vez exponen sus motivos. Nada menos que 72 pero falta uno, el 73, el decisivo, que es el que se descubre a lo largo de la obra y que aquí no podemos desvelar. En esta primera escena ya aparecen también los protagonistas secundarios, Ferran, el padre de Mercè y Rosa, la madre de Toni que, como suele ser habitual, intentan que se replanteen la solución que han tomado. La historia da marcha atrás al tiempo y nos transporta al inicio para contarnos quiénes son Mercè i Toni y cómo fue su relación hasta la ruptura. Aquí descubrimos que ambos no tienen nada qué ver el uno con el otro. Son completamente antagónicos. Ella responde al perfil de la joven independiente, trabajadora, que le gusta vestir a la última moda, caprichosa… Por su parte, él es un joven sin empleo que sueña con ser actor y un antisistema implicado en todas las movilizaciones sociales.
Relación paralela
Y mientras asistimos al desarrollo de esta relación, surge otra en paralelo que es la del padre de ella y la madre de él. Esta, al contrario de la que atañe a los jóvenes, empieza como toca, por la edad, con menos ímpetu pero a su manera desprende la intensidad requerida. Sólo que es más serena, más tranquila, más pausada.
La comedia nos presenta una historia bastante convencional y previsible pero tiene a su favor que es un musical con buena letra y partitura (con el valor añadido de que cuenta con los músicos en directo), y que está bien interpretado. Mercè Martínez, en el papel de Mercè, derrocha una energía imparable.
Expresiva, cambia de registro en un tris tras y se emociona y emociona en un santiamén. Esta actriz, al igual que Mone Teruel (Rosa en la función, madre de Toni, una madre separada sencilla y discreta) han librado batallas de calado en musicales y la experiencia acumulada se nota.
Discreción
Los protagonistas masculinos (Marc Pujol y Abel Folk) también hacen creíbles sus personajes pero son más discretos. Pujol da el perfil del joven indignado y soñador, y Folk el de una persona responsable y seria. Para quién escribe estas líneas, lo mejor son los pasajes melodramáticos, especialmente donde Mercè Martínez reparte juego a todas bandas: con su novio, con su padre y con la novia de su padre. El trabajo de esta actriz, por si solo, ya es una buena razón para ver esta nueva producción musical.
Ficha técnica
Obra de Guillem Clua y Jordi Cornudella.
Dirección: Elisenda Roca.
Dirección musical: Andreu Gallén.
Intérpretes: Abel Folk, Mercè Martínez, Mone Teruel y Marc Pujol.
Domingo, 8 de noviembre. Teatre Principal (plaza Maragall, 2).